La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y sus aliados, entre ellos Rusia, confirmaron este lunes que en noviembre aumentarán su producción conjunta de petróleo en 400.000 barriles diarios, con lo que mantienen sin cambios el plan actual para incrementar de forma progresiva los suministros, tal y como acordaron en julio pasado.
Así lo señalaron los ministros del sector de las 23 naciones integrantes de la alianza OPEP+ en su declaración final tras una breve teleconferencia en la que también decidieron que su próxima reunión mensual será el 4 de noviembre.
Esto provocó que los precios del crudo alcanzaran máximos de tres años y elevó las presiones inflacionarias que los países consumidores temen que descarrilen la recuperación económica tras la pandemia.
La OPEP había acordado en julio aumentar la producción en 400.000 barriles por cada mes hasta al menos abril de 2022 para eliminar gradualmente los 5,8 millones de barriles diarios de recortes de producción actuales.
Esto pese a que la OPEP + se ha enfrentado a pedidos de suministros adicionales de grandes consumidores, como Estados Unidos e India, después de que el precio del petróleo subiera más del 50% este año.
Así y todo, la organización "reconfirmó el plan de ajuste de la producción" que acordó previamente.
Tras la noticia, el precio del crudo referencial Brent superó los US$81 el barril.
"Estaremos monitoreando la situación, como sabemos, la demanda generalmente cae en el cuarto trimestre, nuestros planes de aumentar (la producción) son uniformes, estaremos observando cómo se equilibrará el mercado", dijo el viceprimer ministro ruso, Alexander Novak.
Una fuente de la OPEP+ había dicho a Reuters antes de las conversaciones ministeriales del lunes que el grupo había enfrentado presión para aumentar más rápido el bombeo, pero agregó: "Tenemos miedo de la cuarta ola de corona (coronavirus), nadie quiere hacer grandes movimientos".
La demanda se ha recuperado rápidamente, mientras que la oferta se ha visto interrumpida por factores que van desde huracanes que han golpeado la producción estadounidense hasta bajos niveles de inversión en toda la industria durante el peor momento de la pandemia, cuando la demanda se desplomó.
Un asesor de alto rango del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, se reunió la semana pasada con el príncipe heredero saudita, Mohammed bin Salman, en Arabia Saudita, para tratar una serie de temas, y dijo que el petróleo era "motivo de preocupación".
La India, otro gran consumidor de petróleo, ha presionado para que haya más oferta.