"Estamos viviendo el peor momento desde que comenzó la pandemia", señaló el jueves en un video desde la Casa Rosada el Presidente argentino Alberto Fernández. Con un semblante serio, el Mandatario aseguró que la sociedad trasandina debía "asumir la gravedad de este momento" y unirse para "superar esta catástrofe".
Y es que la situación en el país vecino alcanza niveles extremadamente preocupantes: luego de un primer peak de 16 mil casos diarios en octubre pasado y una segunda alza de 7 mil en enero, el país atraviesa una nueva escalada de contagios que este jueves llegó a 35.884. La vacunación en Argentina no avanza con demasiada rapidez: 8.5 millones ya recibieron la primera dosis y solo 2.2 millones ya están completamente vacunadas, en un país de casi 45 millones de habitantes.
Por eso es que Fernández logró el apoyo de los gobernadores y pasó a un esquema mucho más duro de restricciones a la circulación, que se materializó en una estricta cuarentena de nueve días que comenzó a regir este viernes 21 de mayo y terminará el lunes 31 del mismo mes. Durante esos días cerrarán las escuelas, los clubes y los restaurantes y estarán prohibidas las reuniones sociales de todo tipo, ya sea en domicilios o al aire libre.
Durante los nueve días de cierre, además, el Gobierno prohibió los traslados interjurisdiccionales. "Se acordó invertir los esfuerzos necesarios para evitar la circulación interjurisdiccional entre la Ciudad y la Provincia y también al interior de la Provincia de Buenos Aires", explicó la ministra de Seguridad, Sabina Frederic. "Está prohibido el turismo a pesar de los feriados, así que le transmitimos a la gente que debe quedarse en su casa y no debe viajar".
La premisa que rige es que solamente se mantendrá la movilidad "esencial", según informa La Nación: los trabajadores esenciales son los únicos que podrán moverse entre distritos y los servicios de transporte de larga distancia continuarán "para esenciales exclusivamente".
Inicialmente se consideraron 24 categorías dentro de esa clasificación, pero luego se expandió a 78, entre ellas la industria de alimentos y bebidas, producción de equipamientos médicos y la industria de limpieza. Los comercios no esenciales, en tanto, no podrán abrir sus puertas al público.
Las nuevas restricciones
"La larga distancia, el interurbano y vuelos de cabotaje seguirán de servicio, pero para esenciales", dijo el ministro de Transporte, Alexis Guerrera. Tampoco habrá un cese total de actividades para vuelos de cabotaje o internacionales, según confirmó el Gobierno al periódico. Si bien las medidas se regularán mediante un nuevo decreto de necesidad y urgencia, en principio los únicos autorizados para viajar en avión serán aquellos considerados como esenciales.
A pesar de que no habrá suspensión total ni cese de rutas internacionales ni de vuelos domésticos, sí están siendo reprogramados varios vuelos, motivo por el cual las aerolíneas locales están adaptándose y añadiendo mayor flexibilidad a sus boletos.
"Está prohibido el turismo a pesar de los feriados, así que le transmitimos a la gente que debe quedarse en su casa y no debe viajar"
Sabina Frederic, ministra de Seguridad
Por otra parte, los permisos de circulación para actividades no esenciales se detendrán y en los retenes habrá "un control más exhaustivo" del código QR que permite circular, así como también en la aplicación habilitada en el país para este fin, llamada "Cuidar". También se informó que quienes habían solicitado permisos "especiales" por 24 o 48 horas por situaciones de emergencias familiares deberán "volver a empadronarse".
Adicionalmente, se ha informado que habrá mayor control en los accesos a la Ciudad de Buenos Aires y a las rutas del sector, además de "establecer controles duros en las estaciones de tren". Serán cerca de 11 mil efectivos los que se distribuirán para hacer controles en accesos, autopistas y rutas, además de cubrir las tareas de seguridad habituales en el conurbano.
Por último, también habrá modificaciones en el área médica: la atención no relativa a covid-19 dependerá de cada centro de salud en función de sus recursos, camas y disponibilidad de sus profesionales, informa La Nación. Así es como centros especializados en enfermedades cardiovasculares han anunciado que no detendrán la atención, mientras otros sanatorios explicaron que los procedimientos y cirugías que "no revisten gravedad y pueden esperar se están reprogramando".