Las autoridades de Nueva Zelandia anunciaron este miércoles que no abrirán sus fronteras a viajeros extranjeros hasta abril de 2022, aunque los nacionales y residentes vacunados podrán entrar en el país a partir de enero y febrero, dependiendo del lugar que provengan.
En un comunicado, el Gobierno neozelandés indicó que
el 16 de enero levantarán las restricciones a los
neozelandeses y aquellos con permiso de residencia que vuelen desde Australia, y a partir del
13 de febrero desde el
resto del mundo.
El resto de los viajeros extranjeros vacunados podrán viajar al país oceánico casi sin restricciones
a partir del 10 de abril próximo.
Actualmente, la entrada en
Nueva Zelandia, que
cerró sus fronteras en marzo de 2020 debido a la pandemia, se realiza a través de un estricto proceso en el que se sortean plazas, lo que limita la entrada a grupos reducidos que tienen que hacer una cuarentena de siete días.
El nuevo sistema permitirá la entrada de aquellos viajeros vacunados, quienes
tendrán que presentar un test negativo antes de viajar, someterse a otra prueba al llegar y estar siete días aislados en el lugar que elijan.
Antes de finalizar el aislamiento deberán someterse a otra prueba de covid-19.
"Cerrar nuestra frontera fue uno de los primeros pasos que tomamos para mantener nuestro país a salvo del covid-19 y abrir será lo último que hagamos", señaló el ministro para la Respuesta al Covid-19, Chris Hipkins.
"Realizamos este anuncio hoy para dar a las familias, negocios, visitantes, aerolíneas y compañías del aeropuerto a prepararse.
Es alentador como país que podamos avanzar hacia una mayor normalidad", añadió Hipkins.
El lunes, la Primera Ministra neozelandesa, Jacinda Ardern, anunció que
el país adoptará a partir de diciembre a un nuevo sistema flexible de restricciones, que incluye cierre perimetral de negocios en caso de un gran aumento de los contagios, pero sin declarar confinamientos.
Nueva Zelandia fue uno de los países que actuó antes y de forma más contundente contra el covid-19, y
ha conseguido mantener un bajo número de contagios (unos 10.390), y fallecimientos (40).
Sin embargo, en octubre abandonó la estrategia de cero casos ante el aumento de la vacunación, con cerca del 70% de la población inoculada contra el covid-19 que se espera que alcance el 90% en las próximas semanas.