El candidato de Chile Vamos, Sebastián Piñera, publicó ayer una carta abierta con siete compromisos con los funcionarios públicos.
Aton Chile/ Archivo.
SANTIAGO.- "No es que los programas se van a terminar, se van a reasignar a programas más eficientes", dijo el martes
el candidato de Chile Vamos, Sebastián Piñera. La aclaración se produjo un
día después del debate de Anatel, donde a pesar de las consultas, el ex Presidente no entregó un detalle de las iniciativas mal evaluadas por organismos como la Dipres que se eliminarían en su eventual gobierno.
Junto con dar esta vez algunos ejemplos, el ex Mandatario además matizaba así sus dichos de días atrás cuando habló de terminar o perfeccionar ciertas políticas públicas Dineros que servirían para financiar su programa de gobierno.
Pero sus palabras no acallaron las críticas de sus contendores. El senador Alejandro Guillier (IND-Fuerza de Mayoría), lo emplazó a tener "humanidad" por el supuesto despido de 20 mil funcionarios públicos en caso de llegar a La Moneda. Mientras que su par Carolina Goic (DC) y su hermano, el director de Sence, Pedro Goic, también salieron a cuestionarlo.
Además de dar una tajante respuesta, calificando a Guillier de "demagogo" y la familia Goic de ser "la que tiene más apitutados" en el aparato estatal, Piñera desplegó ayer una nueva ofensiva saliendo a reforzar su compromiso con los funcionarios públicos, a quienes aseguró que no los hará objeto de una "persecución", a diferencia de su posición férrea sobre eliminar a los operadores políticos.
Opiniones divididas entre expertos
Para el cientista Político de la Universidad de Chile, Alejandro Olivares, lo hecho por el abanderado de oposición, "es un error no forzado que intentaron transformar en una estrategia de campaña para solucionarlo, pero no ha resultado. Cuando en el debate Soledad Onetto le pregunta al respecto, él no sabe cómo responder, da algunas vueltas, le dice que va a sacar los programas mal evaluados, no es capaz de decir cuáles. Ese es el punto de partida del error".
En esa misma línea, Olivares cree que pese a sus intervenciones públicas, Piñera "no ha podido revertir (lo que ocasionó el tema) y este ha sido su punto más débil esta semana, porque en un buen debate que tuvo Piñera este es un tema en que no salió bien". Aunque acotó que el tema no es determinante para la elección.
Una opinión distinta expresó el profesor de la Facultad de Gobierno de la Universidad del Desarrollo, Gonzalo Müller, quien aseguró que lo hecho por Piñera "tiene mucho de estrategia en términos de ponerle un marco a lo que va a ser el término de la campaña. Cuando él apunta hacia los operadores políticos toca una fibra de algo que molesta al electorado, no hay nada que indigne más (a las personas) que los apitutados, operadores políticos, aquellas personas que están en el Estado no para cumplir una función, sino que para hacer política partidista a favor de un caudillo. Algo que se viene denunciando hace mucho tiempo".
No obstante, Müller reconoció que lo anterior "tiene un riesgo, pues aquellos que quieren defender la otra posición van a decir que Sebastián Piñera está hablando de los funcionarios públicos y no de los operadores políticos y ahí hay una diferencia (...) Yo creo que lo que él hace es fijar criterios, ya que es difícil saber desde fuera cuántos operadores políticos han ingresado en los últimos cuatro años. Uno ve el número total de personas que ingresaron en los últimos cuatro años al Estado, pero no podría distinguir desde afuera cuáles son operadores y no (...) Yo creo que donde sí podía ahondar en los detalles es en los programas mal evaluados, cuáles siguen y no, y cuáles se reasignan".
Por su parte, el decano de la Facultad de Gobierno de la Universidad Central, Marco Moreno, consideró que el candidato "está haciendo un control de daños en este minuto, porque la manera en que se refirió a los funcionarios públicos y lo que han dicho sus colaboradores de alguna manera está generando un daño en términos electorales (...) Apostaron porque al inicio eso no iba a tener efecto, pero hay un malestar que se está instalando entre los funcionarios públicos".
"Lo que está haciendo a nueve días de la elección es un control de daño que es resultado de una estrategia muy surrealista, Yo creo que el Piñerismo había apostado a que esto estaba resuelto y que incluso podía ganar en primera vuelta y lo que estamos observando es algo distintos, por eso la reacción de Piñera", acotó Moreno.