SANTIAGO.- Durante los últimos días miles de estudiantes que rindieron la Prueba de Selección Universitaria (PSU) comenzaron el proceso para matricularse a las distintas carreras de la educación superior.
Este 22 de enero comenzó el segundo periodo de matrículas, tiempo en que muchos jóvenes verán si alguna de las alternativas que colocó en los primeros lugares de preferencia corrió la lista de espera, para así poder concretar su nuevo paso en la carrera que buscan.
Sin embargo, también puede ocurrir que esta lista no se corra, y que al final el estudiante quede seleccionado en una carrera muy abajo de sus preferencias que, quizás, no satisface del todo sus aspiraciones académicas.
En eso casos, tomarse un año más para preparar la PSU nuevamente y obtener un puntaje más alto puede ser una buena opción. "Si es que no quedé en mis primeras preferencias y tampoco se corrió la lista de espera es importante evaluar la posibilidad de prepararse un año más, de ver cuánto puntaje me faltó y pensar mejor la vocación. Es bueno tomarse un año", dice Beatriz Rivera, directora de Orientación del Preuniversitario Pedro de Valdivia.
Postura que también comparte María Eugenia Sandoval, coordinadora del departamento de Orientación del preuniversitario Pedro de Valdivia, quien indica que muchos jóvenes optan por esta alternativa para evitar la alta tasa de deserción en la educación superior.
"Es frecuente que los jóvenes se preparen nuevamente. Porque si se matriculan en una carrera que está muy debajo de su lista de prioridades, la tasa de deserción al primer año en la universidad es muy alta también por ese motivo", dice la experta.
Conocer mis habilidades e intereses
Aplazar un año la entrada a la universidad suele ser, en muchos casos, la mejor alternativa. Y uno de los motivos tiene que ver que así se puede dedicar más tiempo para encontrar la vocación escondida de cada estudiante.
A quienes si optan por no entrar una vez terminada la enseñanza media, Rivera cree que para ellos lo ideal es "
saber cuáles son mis habilidades, que es distinto a mis intereses, porque a mí me puede gustar algo pero no tengo las habilidades necesarias. Entonces hay que tratar que estas dos variables de alguna u otra forma se vayan complementando".
"Es bueno hacer el ejercicio de visualizar dónde me veo trabajando. Porque una cosa es el estudio y otra cosa es el campo laboral en el cual me voy a desempeñar. Por eso es importante que el alumno se vaya conociendo", agrega.
Por su parte, Sandoval aconseja que los jóvenes puede tomar este año a sus favor para subir sus puntajes y despejar las dudas vocaciones. Además, dice que otros caminos para madurar son viajar y trabajar, porque permiten "tener más autonomía y te entrega herramientas para madurar, todo esto puede incidir en mi decisión final".
