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"Justicia para José": El dispar trato de los vecinos de Licantén al imputado por sustracción de menor

Hace cinco días, cuando fue formalizado, muchos pedían presidio perpetuo e incluso la pena de muerte para el hombre de 31 años. Ahora, la comunidad plantea sus dudas sobre el caso.

14 de Febrero de 2018 | 11:48 | Por Tomás Molina Jarpa, Emol
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Agencia Uno
SANTIAGO.- Eran las 15.00 horas de un caluroso martes en la comuna de Licantén, pequeño poblado ubicado en la Región del Maule. Este no era un día cualquiera para los vecinos del lugar. Decenas de personas se mantuvieron alerta durante cuatro horas para presenciar lo que sucedía en el Juzgado de Letras de la localidad.

Y es que adentro, estaba siendo formalizado el denominado "brujo" de Licantén, José Navarro (31), a quién se le acusa de haber sustraído a una menor de 10 años el pasado dos de febrero. Ambos estuvieron desaparecidos sin dejar rastro durante ocho días, lo que gatilló una intensa búsqueda en el sector.


Una semana tras la desaparición, la madrugada del sábado 10 de febrero, las alarmas sonaron en Licantén. La pequeña niña fue encontrada viva y en buen estado de salud. José Navarro, quien ya había cumplido una condena de cinco años por agresión sexual, decidió entregarse a la Policía de Investigaciones (PDI) motivado por su hermana. La comunidad, temiendo lo peor, exigía que le dieran cadena perpetua al imputado. Algunas voces, incluso pedía la pena de muerte, la cual está derogada en Chile.

Pasada unas horas tras su arresto, el acusado pasó a control de detención. Grupos de manifestantes se presentaron en la plaza de Licantén, a un costado de Juzgado de Letras, donde se produjeron algunos desmanes menores. Todos expresando su repudió hacia el autodenominado "zorro salvaje".

Dudas


"Háganse la pregunta por qué la deje viva", gritó reiteradamente a los medios de comunicación el entonces presunto secuestrador. Tras ello, una serie de diligencias comenzaron a instalar algunas dudas en torno al caso.

Salió a la luz el parte médico de la menor, el cual descartó una ataque sexual hacia ella. Sumado a eso, comenzaron a salir en defensa del imputados sus hermanos. "José la estaba protegiendo", afirmaban.

Incluso, hasta la abuela paterna de la pequeña se apegó a esos dichos, e indicó durante la audiencia de formalización que "yo entiendo a José Navarro, él la cuidó y la protegió (...) lo conozco desde chico, y a todos sus hermanos. Yo creo que no le hizo nada a la niña y desde que supe que no le hizo nada a la niña estoy muy agradecida. Yo creo que sí la estaba protegiendo".


Lo anterior considerando antecedentes que dan cuenta de una presunta agresión sexual que habría sufrido la pequeña el año 2016 por parte de su tío político (cuñado de su madre). Además de las acusaciones por maltrato y consumo excesivo de alcohol al interior de la vivienda en donde reside la niña, junto a su mamá y abuelos maternos. Eso, afirman los cercanos a Navarro, habría motivado al imputado para llevarse a la menor.

Vuelco


Con todos estos antecedentes, la recepción que tuvo ayer Navarro por parte de los vecinos de Licantén fue contraria a como fue recibido durante su control de detención.

A las 13.50 horas el imputado llegó al tribunal en un furgón policial desde el recinto penitenciario de Rancagua acompañado por varios funcionarios de Carabineros. En esta ocasión no hubo desmanes ni gritos esperando su arribo.

De hecho, cuando la multitud comenzó a reunirse de a poco, mientras se llevaba a cabo la extensa audiencia, la tranquilidad se mantuvo en el sector.

El único tinte de alborto ocurrió al finalizar la audiencia, cuando el imputado salió por puerta trasera azul del tribunal tras decretarse la prisión preventiva para él durante, al menos, los tres meses que dure la investigación. "Justicia para José", manifestaba la multitud, quienes se negaban a que el sospechoso terminará preso. Inesperadamente, clamaban por su libertad.

Yolanda Melendéz, funcionaria de un hogar de ancianos en Licantén y sentada junto a su marido en la plaza principal de la comuna, explicó que en un principio "toda la gente pensaba, y yo también como madre de familia, es que éste (Navarro) la va a matar y la va a violar".

"A lo mejor la niña vio en él un amigo, un apoyo, una imagen paterna, tal
vez un hermano. Porque en su casa estaban todos ausentes, todos
preocupados. Ahora se describen muchas cosas de drogas, alcohol y todo
eso".

Ana María Cabrera

"Cuando supimos que en verdad no le había hecho nada, todos quedamos sorprendidos. Imagínate, estuvo ocho días con ella, y no le hizo nada. Imagínate, estaba protegiéndola", manifestó sorprendida.

Mientras que Fernándo Nuñez, agricultor de la zona, sentado en la vereda bajo un árbol frente al Juzgado de Letras, aclaró que "conozco a las dos familias hace muchos años. Por los dos lados, para mí son como atrasados de mentalidad. No saben ni leer ni escribir. No han estado nunca en la escuela".

Respecto al imputado, sostuvo que "es medio raro, en el sentido de que siempre anda mirando la maldad, la brujería y cuestiones. Los comentarios que hace la gente es que (José Navarro) es brujo, y que anda haciendo cosas raras, medias oscuras".

Sin embargo, el hombre de 53 años, defendió el actuar del acusado. "Para mi no es delito ¿Sabe cuando para mí hubiese sido delito? Si le hubiera hecho daño, y por lo que yo he escuchado es que no es daño. No le hizo nada".

"Para mi no es delito ¿Sabe cuando para mí hubiese sido delito? Si le hubiera hecho daño, y por lo que yo he escuchado es que no es daño. No le hizo nada".

Fernándo Nuñez, agricultor de Licantén

"A mí me da pena por él, ya vivió una condena, ya sabe lo que significa y sabes que en el fondo, cuando se vio que los derechos de la niña fueron vulnerados en el colegio, salió a flote todo sobre cómo era el entornos familiar", indicó por su parte la educadora de párvulos de la comuna, Ana María Cabrera, apoyada en una de las vallas papales que resguardaban al tribunal.

En ese momento, continuó, "dije, a lo mejor la niña vio en él un amigo, un apoyo, una imagen paterna, tal vez un hermano. Porque en su casa estaban todos ausentes, todos preocupados. Ahora se describen muchas cosas de drogas, alcohol y todo eso".

"La niña, por lo que decía Olga (hermana de José Navarro) llegó tranquila. Ella lo pudo haber tomado hasta como una aventura. Este chico tiene un perfil psicológico bien especial, entonces, a lo mejor, para ella era una aventura (...) Piensa que tampoco él se iba a arriesgar a maltratarla. Si ya había vivido una condena, pasar nuevamente preso, no", concluyó la mujer.
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