SANTIAGO.- A menos de una semana de haber regresado a La Moneda, el Presidente Sebastián Piñera decidió imponer un nuevo sello a su segundo mandato al convocar a todos los sectores políticos a llegar a acuerdos nacionales en cinco materias, partiendo por el déficit estatal en materia de infancia.
Para lograrlo, convocó a todos los sectores políticos a integrarse a distintas comisiones, cuyos miembros fueron invitados por el propio Gobierno. Sin embargo, la inclusión de parlamentarios en esas instancias ha sido vista por la oposición como un intento del Ejecutivo por evadir la mayoría que ese sector mantiene en ambas ramas del Congreso.
Por ello, el éxito de los grupos de trabajo impulsados por Piñera está en duda, toda vez que el PS, el PC y el Frente Amplio, con la excepción del diputado Gabriel Boric, decidieron no ser parte de ellos, para privilegiar el diálogo en el parlamento. En definitiva, la crispación política ha opacado en cierta forma el objetivo inicial del jefe de Estado.
Una experiencia distinta es la que vivió la ex Presidenta Michelle Bachelet, quien fue una de las principales usuarias de las comisiones para resolver problemas de carácter nacional, tanto en su primer gobierno como en el segundo. De hecho, entre ambos periodos, alcanzó a implementar casi una veintena de esas instancias.
Y es que una de las características de los grupos conformados por la ex gobernante fue la necesidad de incluir a expertos y actores de la sociedad civil que si bien representaban a los distintos sectores políticos y sociales del país, en su mayoría no respondían a intereses partidarios ni formaban parte del parlamento, evitando así la tensión vista en estos días.
De hecho, entre los integrantes de las comisiones convocadas por Bachelet tanto entre 2006 y 2010 como entre 2014 y 2018, es más fácil encontrar a académicos de los centros de pensamiento de todo el arco político que a dirigentes de colectividades o legisladores en ejercicio, como ha ocurrido hoy en la convocatoria de Piñera.
Las dieciocho comisiones de Bachelet
Tal como lo hizo el Presidente Piñera, la primera decisión que tomó Michelle Bachelet tras convertirse en la primera mujer en llegar a La Moneda en 2006 fue convocar a dos comisiones transversales: Una para estudiar una reforma al sistema previsional y otra para crear una Nueva Política para la Infancia.
La primera fue liderada por el actual presidente del Banco Central, Mario Marcel, y contó con 14 profesionales de alto perfil técnico: 10 ingenieros comerciales, un ingeniero civil, dos abogados y dos sociólogos, todos miembros de centros de estudios, universidades, y con cargos en el área económica y sectorial en el Estado.
De la centro derecha. Estuvo Martín Costabal, ex ministro de Hacienda del régimen militar; Rosanna Costa, de Libertad y Desarrollo, y Harald Beyer, del Centro de Estudios Públicos (CEP). Mientras que por parte del oficialismo, figuraron los ex superintendentes DC Alejandro Ferreiro y Alvaro Clarke o la abogada PS, Regina Clark.
En tanto, en la comisión para una nueva política de infancia, que fue el antecedente del programa Chile Crece Contigo, Bachelet designó una comisión con 14 expertos de diversas tendencias, destacando entre ellos algunos ligados al Instituto Libertad y Desarrollo, al Centro de Estudio Públicos (CEP), además de técnicos vinculados a la Concertación y el PC.
Entre los nombres que fueron parte de ese grupo apareció la ex ministra de la Mujer y Educación, Carolina Schmidt, la investigadora del CEP, Bárbara Eyzaguirre, la ex ministra de Salud, Helia Molina, el ex director del Hogar de Cristo, Benito Baranda, y el ex director del Programa Social del Instituto Libertad y Desarrollo, Rodrigo Castro, entre otros.
Luego, en medio de la movilización estudiantil de 2006, la ex jefa de Estado convocó a un Consejo Asesor para la Calidad de la Educación, el cual reunió a 74 expertos del área, que incluye a destacados académicos, investigadores, representantes del mundo político, estudiantil, de padres y apoderados, de profesores, sostenedores y de las municipalidades.
Ese mismo año, en noviembre de 2006, la ex gobernante también creó una comisión para elaborar normas anticorrupción, luego de las polémicas generadas en Chiledeportes, y más tarde, con el objetivo de abordar el debate generado por el “salario ético”, en agosto de 2007 creó el Consejo Asesor para la Equidad Social.
Durante su segundo mandato, la ex Presidenta mantuvo el espíritu transversal de sus comisiones. La primera de ellas, formada en 2014 para buscar más inclusión para las personas con discapacidad, fue compuesta por 24 personas, entre ellas seis con discapacidad.
Al avanzar su administración sumó el comité de expertos convocados para presentar una propuesta para reformar la ley de Isapres, y luego una comisión asesora para promover la inversión extranjera, la cual contó con el ex senador UDI, Jovino Novoa, el ex diputado UDI y el ex ministro de Energía, Rodrigo Álvarez, entre otros.
La ex Mandataria también creó una comisión asesora para la descentralización, una comisión asesora sobre el litio, una comisión de productividad, otra para revisar el sistema de pensiones, una Comisión Asesora en La Araucanía, la comisión Ciencia para el Desarrollo, la Comisión Presidencial Pro Movilidad Urbana y la Comisión Engel.
