Tras referirse al desarrollo del consejo de gabinete, el ministro del Interior y Seguridad Pública, Rodrido Delgado, abordó la seguidilla de fiestas clandestinas que se han conocido en las últimas semanas, destacando la labor fiscalizadora que han desarrollado Carabineros y los municipios.
De hecho, en las últimas horas se conocieron dos eventos de este tipo: uno en el Barrio Bellavista y otro en la comuna de La Granja.
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Si estamos teniendo conocimientos de fiestas clandestinas es porque hay una fiscalización asociada, de lo contrario no estaríamos hablando de eso", afirmó, destacando que una ese trabajo está en manos de Carabineros y de los municipios, la cual "hemos potenciado".
En este sentido, recordó una actividad con jefes comunales en La Moneda, donde "entre otras cosas definimos el aumento de dotación municipal en los barrios críticos y el patrullaje mixto, que ha servido para que los vehículos municipales vayan con carabineros al lado y poder fiscalizar".
"Quisiéramos estar hablando de que la gente recibe el mensaje, de que la gente es consecuente con los tiempos de crisis sanitarias que se están viviendo, pero, así como mucha gente recibe con mucha alegría la noticia de la vacuna y con mucha esperanza (...), también hay algunos que piensan que por el hecho de llegar la vacuna se acabó el virus y por eso vámonos de fiesta", indicó.
"Hay algunos que piensan que por el hecho de llegar la vacuna se acabó el virus y por eso vámonos de fiesta. Yo le quiero decir a esas personas que están muy equivocadas, la vacuna lo que hace es lograr inmunización en un tiempo determinado, pero no significa que estamos libres de contraer el virus".
Ministro Rodrigo Delgado
Ante ello, Delgado fue enfático: "
Yo le quiero decir a esas personas que están muy equivocadas, la vacuna lo que hace es lograr inmunización en un tiempo determinado, pero
no significa que estamos libres de contraer el virus".
Por su parte, el ministro vocero de Gobierno, Jaime Bellolio, expresó que "todas las medidas que hemos tomado también se basan no sólo en la fiscalización y en que las personas escuchen, sino que también adhieran a las medidas de salud. Es imposible tener un fiscalizador en cada uno de los hogares del país".
"Por lo tanto, aquellos insolentes, egoístas que sólo piensan en sí mismo y no en la comunidad ni en aquellos que pueden enfermar hasta la muerte, significan un grave problema para la salud pública", aseguró, añadiendo que "se continuará haciendo una fiscalización, pero queremos hacer un llamado también a la consciencia sobre las implicancias que tiene para la salud de otras personas el hecho de hacer una acción como aquella. Una vida no vale una fiesta, no vale una junta".
