"Esto es realmente una epopeya y espero que la gente entienda el esfuerzo que se ha hecho", dijo este lunes el ministro de Salud, Enrique Paris, sobre el proceso de vacunación masiva que empezará hoy. Una epopeya, según la Real Academia Española de la Lengua, es un conjunto de poemas que "forman la tradición épica de un pueblo" o un "conjunto de hechos gloriosos dignos de ser cantados épicamente". El ministro dijo que no quería que la expresión se malentendiera. "Es una epopeya porque ha requerido la contribución de mucha gente", expresó.
Y es que la expectación por lo que ocurra durante el primer día de vacunas es grande: es la campaña que más rápido se ha construido y puesto en ejecución, y la magnitud es inédita. La seremi de Salud de Aysén, Alejandra Valdebenito, lo expresó: "Tenemos que vacunar a 12 mil personas. Normalmente, en tiempos de influenza, nos demorábamos entre 3 y 4 semanas en lograr esa cobertura. Hoy la debemos realizar en nueve días", dijo.
Por eso el ministro Paris recalcó la importancia de que la jornada de vacunación se realice "de forma tranquila y ordenada". El martes, su par de Interior, Rodrigo Delgado, enfatizó en el mismo mensaje. "Es importante que la gente cumpla con el calendario de vacunación y que nadie llegue un día o a un lugar no señalizado según el programa", dijo desde el depósito de vacunas en Quinta Normal, en la RM. Ad portas del inicio del proceso, hay aprensiones que todavía tienen protagonismo.
Filas, viajes e información
Una de las preocupaciones es la posibilidad de que se generen aglomeraciones, que el mismo ministro Delgado abordó. "Los primeros días no vamos a ver a tanta gente en los puntos de vacunación, porque se van a vacunar los que tienen sobre 90 y 80 años, pero en algún momento del proceso vamos a tener filas en más de algún vacunatorio", advirtió. "Una fila no es lo mismo que aglomeración. Una fila debe ser bien gestionada, con distancia, con elementos de protección, con la información necesaria y el personal de apoyo", aseguró.
Otra de las preocupaciones tiene que ver con los efectos del permiso de vacaciones en la distribución de vacunas. El Gobierno ha explicitado que si a una persona le corresponde vacuna, puede hacerlo en cualquier punto del país, y para que su segunda dosis se pueda entregar correctamente es necesario que se realice correctamente el registro en el sistema nacional de inmunizaciones, que será online. "Eso nos va a permitir saber cuántas personas están siendo vacunadas con varios reportes al día", dijo Delgado.
Al respecto, el alcalde de La Granja, Felipe Delpín, explicó que "no deberían faltar vacunas para los grupos etarios de mucho mayor riesgo" y que "la instrucción es vacunar a todos". El jefe comunal ejemplificó con un eventual migrante en situación de irregularidad, no contabilizado al momento de asignar las dosis. "Hay que vacunarla igual, hay que tener fe y esperanza porque se ha dicho que va a haber vacunas", apuntó.
El alcalde abordó también los matices en la planificación entre cada municipio: mientras algunos van a vacunar en los Cesfam, otros lo harán en centros educativos, otros en recintos deportivos y otros en sedes comunales. Por eso la entrega de información también será clave. "En las comunas rurales, las radios son fundamentales", dijo Delpín a Cooperativa.
Recomendó, además, estar atento a los canales digitales de cada municipalidad, lo que trae a colación otra preocupación: la alfabetización digital de la población a vacunar y su posibilidad de enterarse del proceso por esa vía. "Apelamos a los nietos e hijos, que son más tecnológicos, a que informen a los abuelitos", pidió.
Pasado un fin de semana de adversas condiciones meteorológicas, preocupa también a algunos alcaldes que eventuales lluvias o cortes de servicios básicos puedan afectar el proceso de vacunación. En el caso de la jefa comunal de La Pintana, Claudia Pizarro, ya declaró que de extenderse un corte de agua "probablemente debiéramos correrlo (el calendario de vacunación)".
También se vigila por parte de las policías los protocolos para desechar los restos de las vacunas, como sus envases y la misma jeringa, debido a la posibilidad de que pueda ser recuperada y comercializada como vacuna de forma falsa, poniendo en riesgo la salud de la población.
