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¿Qué piensan los apoderados?: La fluctuante disposición de las familias con respecto a las clases presenciales

En el Mineduc señalan que la voluntad de reincorporarse a los recintos educativos sube en las semanas con buenas noticias —como la llegada de vacunas o el fin de cuarentenas—, pero retrocede cuando hay novedades preocupantes, como la aparición de nuevas variantes del virus.

18 de Febrero de 2021 | 22:00 | Por Consuelo Ferrer, Emol
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El Mercurio
En septiembre pasado, una encuesta realizada por Ipsos y Educación 2020 mostraba que el 81% de los apoderados no quería que sus hijos volvieran presencialmente a clases hasta que hubiera una vacuna. A casi seis meses de ese día, más de dos millones y medio de chilenos han sido vacunados, incluyendo a miles de profesores. Faltan menos de dos semanas para que las puertas de las aulas vuelvan a abrir y se desconoce cuántos estudiantes llegarán efectivamente a sus recintos educacionales.

"No tenemos una nueva versión de esa misma encuesta. En esos datos era bien llamativo que la mayoría de los actores planteaba que su primera emoción frente al retorno a clases presenciales era el susto, pero entre los estudiantes ese porcentaje era mucho menor. Los apoderados eran los que tenían susto (77%), pero entre los jóvenes bajaba (37%) y lo que aparecía era entusiasmo, felicidad e incluso tranquilidad", cuenta Alejandra Arratia, directora ejecutiva de Educación 2020.

No son los únicos sondeos que se han hecho para conocer la voluntad que expresan las familias con respecto a que sus hijos vuelvan a las salas de clases. El propio Ministerio de Educación ha llevado sus propias mediciones, que muestran que el ánimo fluctúa dependiendo de los hechos que marquen el momento en que se preguntan. "La semana en que se anunciaron las vacunas o que se levantaron las cuarentenas la disposición era alta, pero cuando apareció la nueva variante bajó", explica a Emol una fuente del Mineduc.

Los cambios se explican porque el contexto ha sido dinámico, explica Arratia, pero ellos observan un factor común: "En la medida en que las comunidades generan espacios de participación y conversación, la predisposición va mejorando", dice. "La disposición tiene que ver con la confianza que tengan las familias, y eso se genera con conversación y diálogo. Uno confía cuando conoce el contexto y tiene la información".

Por eso es que una de las recomendaciones del consejo asesor en educación fue instaurar procesos de participación dentro de los establecimientos. "En la medida en que los haya, se va a poder identificar cuáles son los temores de la familia y hacerse cargo de ellos. Es normal que la gente tenga temor, porque la situación es muy estresante, pero la meta debería ser que ese temor no nos paralice. ¿Cómo lo incorporamos y procesamos para que no termine poniendo en juego el derecho de los niños a la educación?", plantea Arratia.

Averiguar los miedos

Basta una rápida búsqueda en Google para comprobar que la sugerencia ha sido acogida por las comunidades educativas. El Colegio Mayor de Peñalolén, por ejemplo, aplicó una encuesta a funcionarios, apoderados y estudiantes entre 6° básico y IV medio, que mostró que entre los jóvenes la primera emoción que evoca el retorno a clases es la de alegría y felicidad (49,8%), mientras la que expresan los apoderados es el miedo (61%).

La misma medición mostró que se eligieron como factores fundamentales para resolver el retorno a clases presenciales la cantidad de alumnos por sala y un horario de ingreso diferido para evitar aglomeraciones, además de una corta duración de la jornada. "Llama la atención que en estudiantes y personal del colegio, que somos los que compartimos día a día en aulas y patios, prime la alegría y confianza en retornar", dijo el director del segundo ciclo básico, Miguel Alarcón. "Fue una buena instancia de participación frente a una situación preocupante que nos genera miedo".

"En la medida en que las comunidades generan espacios de participación y conversación, la predisposición va mejorando"

Alejandra Arratia
Tal como el recinto de Peñalolén, también realizó una medición interna a padres y apoderados el Colegio María Reina Inmaculada de Isla de Maipo, el Colegio Seminario Pontificio Menor de Las Condes, el Colegio Castilla y Aragón de Viña del Mar, el Instituto Santa María de Chillán, el Centro Educacional Adonay en Curicó y el Colegio Alicante de La Florida, entre cientos de otros recintos.

Una iniciativa similar empujó la Corporación Gabriel González Videla de La Serena, que administra 43 establecimientos educacionales que reúnen a más de 13 mil estudiantes. En ella, 73% de los 3.486 apoderados encuestados se mostró de acuerdo con que las clases presenciales se retomaran "cuando la curva de la pandemia sea controlada".

La última gran encuesta en medir este fenómeno fue la Cadem, que el 17 de enero informó que un 52% de los apoderados preferían que no volvieran las clases presenciales, mientras que un 38% consideraban su retorno "solo en algunos niveles y/o estudiantes". Además, un 46% cree que los padres deberían decidir si permitir el retorno de sus hijos y un 24% se mostró a favor de que la decisión recayera en "cada comunidad educativa, siguiendo las normas de salud", cuatro puntos más que lo obtenido en septiembre pasado.
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