Un buen recibimiento por parte de las iglesias obtuvo este domingo la decisión del Gobierno de acoger la petición respecto a permitir reuniones para celebrar cultos religiosos en fase 2, luego que incluso desde la Iglesia Católica acusaran "discriminación", porque la medida los prohibía.
Así, a través de un comunicado, desde el Gobierno plantearon que "dada la importancia espiritual de éstos para una parte significativa de la ciudadanía y la proximidad de Semana Santa, es que el Gobierno permitirá en fase 2 la realización de ceremonias de culto en lugares abiertos con un máximo de 20 personas y un máximo de 10 personas en espacios cerrados", indicaron.
Como una "decisión en el sentido correcto", calificó la noticia el el Secretario General de la Conferencia Episcopal de Chile, Arzobispo Fernando Ramos Pérez, quien agregó que "la determinación del día de ayer de impedir encuentros o actividades de culto en Fase 2, era contraria a la libertad de la expresión religiosa, la libertad de culto que está sancionada por la Constitución".
"Creo que con esto el Gobierno enmienda un error grave que había cometido y que permite que los creyentes podamos encontrarnos y reunirnos a celebrar el culto, respetando todas las medidas necesarias de cuidado y protección, con aforos reducidos, también con ventilación, mascarillas y distanciamiento entre las personas. Es un deber nuestro respetar estas medidas y así esperamos seguir haciéndolo, ahora con la autorización para realizar actividades de culto", sostuvo.
En tanto, el vicario general del Arzobispado de Santiago, monseñor Cristián Roncagliolo, dijo valorar la decisión de la autoridad sanitaria, "que nos permite retomar, aunque sea restrictivamente las actividades de culto, porque eso evidentemente respeta el ejercicio de la libertad religiosa de todas las confesiones, no sólo de la católica".
"(La decisión) nos permite retomar, aunque sea restrictivamente las actividades de culto, porque eso evidentemente respeta el ejercicio de la libertad religiosa de todas las confesiones, no sólo de la católica".
Cristián Roncagliolo, vicario general Arzobispado de Santiago
"Pero esto, en ningún caso puede entenderse como un descuido, muy por el contario, esto tiene que ser hecho cuidado todas las medidas sanitarias que nos ayuden a ser co-responsables activos en la erradicación de la pandemia. Creo que hemos damos un paso de fraternidad, pero también de co-responsabilidad", planteó.
Por su parte, Omar Cortés, director ejecutivo de la Asociación Chilena de Diálogo Interreligioso para el Desarrollo Humano -instancia que agrupa a representantes de diversas religiones y cultos como la comunidad judía, islámica, evangélicos, católicos y pueblos originarios-, planteó que "me parece que la restricción de solo 20 personas al aire libre, es una concesión que se entiende, por cuanto no violenta ni quebranta, en términos exagerados o preocupantes, el salvaguardar la salud ni prevención de la distancia física establecida para no seguir enfermándonos", planteó.
Además, dijo que se acerca Semana Santa, es decir "actos masivos a los cuales se ha renunciado, se ha postergado toda iniciativa al respecto". Por último, enfatizó en que "todas las iglesias y religiones, antes de las restricciones legales, ya estaban preocupados por velar por la salud de la ciudadanía y sus fieles. Pero hay un tema de salud mental, de la necesidad de reencontrase aunque sea los mínimos, en función de restablecer los ritos que son presenciales, aún habiendo la adaptación por parte de las espiritualidades, a hacerlo vía telemática".
El obispo de la Iglesia Luterana en Chile, Alexis Salgado, también enfatizó en el respeto que han tenido las congregaciones a respetar las normas sanitarias, "y llamamos a que la gente siga siendo cuidadosa en la pandemia, sin embargo, también estoy de acuerdo en que hay situaciones contraproducentes, que se dieron ahora cuando se cambió el Paso a Paso en la fase 2".
"No se entiende que, por un lado, se permite grandes aforos en otros lados y en la iglesia no se pueden reunir 10 personas. Entonces, es entendible la opinión de la iglesia Católica, la iglesia Evangélica tiene la misma opinión, y estamos para apoyar y estar todos dentro de un mismo espíritu y tratar de salir de este tema".
Alexis Salgado, obispo Iglesia Luterana de Chile
"No se entiende que, por un lado, se permite grandes aforos en otros lados y en la iglesia no se pueden reunir 10 personas. Entonces, es entendible la opinión de la iglesia Católica, la iglesia Evangélica tiene la misma opinión, y estamos para apoyar y estar todos dentro de un mismo espíritu y tratar de salir de este tema".
Agregó que "el cambio que hizo el ministerio era de perogrullo, porque las iglesias nos veíamos menoscabadas en nuestros derechos, porque hemos sido de alguna forma obedientes frente al llamado del Gobierno. Lo que hizo el Gobierno fue regular un poco, o tratar de decantar estar situación".
Asimismo, pidió que se haga una mesa de trabajo, donde poder "conversar con el Gobierno respecto a la forma en que se pensará el término del proceso de pandemia, y así planificar la forma en que la gente pueda volver a las iglesias y a las actividades normales".
Desde la Iglesia Evangélica, el vocero Walter Vega, dijo que celebran que "el Gobierno haya sentado cabeza, frente a las distintas críticas que se hicieron desde distintos sectores religiosos, que sí nos hemos visto vulnerados en nuestros derechos y libertades, principalmente la libertad de expresión, derecho a reunión y libertad de conciencia".
"Sería bueno generar una mesa de diálogo con el Gobierno para ir ordenando la casa, aplicando buenos protocolos".
Walter Vega, vocero Iglesia Evangélica
"Sin embargo, creemos que sí se debe entregar un protocolo más claro, porque esto inseguriza a la sociedad y al menos a quienes profesamos una religión y la practicamos, porque esto no es lo mismo que prohibir abrir un taller mecánico o cerrar un kiosco en la esquina, porque esto vulnera el alma de la ciudadanía", sostuvo.
Vega también planteó que "sería bueno generar una mesa de diálogo con el Gobierno para ir ordenando la casa, aplicando buenos protocolos", porque "no podemos actuar y a tontas y a locas, de hacer llamados a reunirse masivamente, pero sí podemos organizar los cultos y actividades. Hay distintas maneras de poder enfrentar este tema, así como se han abierto los malls, las playas en algún momento, en las iglesias también existe esta necesidad de sentarse y ponerse a trabajar", zanjó.
Quienes destacaron que la medida no les genera mayor cambio fueron los miembros de la congregación Testigos de Jehová. El representante, René González, dijo que "para nosotros no cambia nada, porque en ningún momento hemos vuelto a reunirnos. Seguimos telemáticamente manejando nuestras reuniones y asambleas, y en el fondo estamos todos bajo la misma situación de antes, y entendemos que es como debe ser".
"Seguimos pensando que como argumento fundamental que lo más importante es el cuidado de la vida de cada uno de nosotros, como valor fundamental, y mientra haya algún riesgo, vamos a mantener esa postura, aún cuando los gobiernos dieran ciertas libertades que permitieran asociarnos, incluso como fue en el verano, donde tampoco hicimos ninguna reunión. Mientras haya un riesgo, nosotros nos vamos a autoimponer este formato", explicó, agregando que incluso las labores de acompañamiento, frente a temas de salud física mental, también se están realizando en forma online.