A menos de 18 días para que se desarrollen las elecciones de concejales, alcaldes, gobernadores y convencionales constituyentes del 10 y 11 de abril, está abierto el debate sobre concretar o no los comicios, en medio de la sostenida alza de los casos de covid-19 en el país.
Hasta ayer, se contabilizaban 38.024 personas portadoras del virus, una de las cifras más más altas de toda la pandemia, y la ocupación de camas de cuidados intensivos supera el 90%, lo cual ha provocado que todos los sectores políticos se abran a la posibilidad de aplazar el proceso eleccionario más grande de la historia de Chile.
Pese a que desde el Gobierno han señalado que el tema está en estudio, han insistido en que es posible desarrollar los comicios en los dos días,
sin dejar zanjado el tema por completo. En tanto, desde el propio oficialismo y la oposición ya han manifestado su disposición para modificar el calendario en consideración a la alerta sanitaria.
En ese contexto, distintos expertos políticos han subrayado la necesidad de dar señales claras en este sentido, ya que cualquier dilación podría impactar negativamente en la participación ciudadana en las urnas, tal como ocurrió en las elecciones parlamentarias de Cataluña en España, donde se observó una abstención histórica por el coronavirus.
De hecho, en ese caso, los comicios estuvieron marcados por la discusión sobre si suspenderlos o no, lo cual influyó en una caída de más de 25 puntos en la participación respecto a las últimas elecciones realizadas en 2017, quedando por debajo del 54%, lo cual fue considerado por los analistas locales como un verdadero fracaso.
Al respecto, el periodista y escritor,
John Muller, comentó a
EmolTV que "hay una experiencia reciente en España y tengo que decir que, si este debate está todos los días en los medios, arruina la participación. O sea, si se empieza a debatir ahora ese tema y unos partidos dicen que si y otros que no y se genera incertidumbre".
"Si este debate está todos los días en los medios, arruina la participación".
John Muller, escritor y columnista
"Si al final no se suspende la elección, la participación se va a ver resentida, porque se va a haber hecho sin querer una campaña en contra de la votación. Va a transmitir una sensación de incertidumbre que
va a sabotear tanto los esfuerzos médicos por un lado como el deseo de votar", añadió.
En ese contexto, recomendó dejar el tema "en manos de los técnicos y tal como han dicho Izkia Siches y el ministro de Salud, cuando venga la hora determinada, tomar la decisión directamente y solo sobre parámetros médicos, y no entrar en un debate político sobre el asunto, porque van a terminar fastidiando la votación".
Una mirada similar planteó el cientista político y académico de la Universidad de Talca, Mauricio Morales, quien sostuvo que "si las cifras de contagio no bajan, la participación electoral se verá afectada. Para el Plebiscito, el número contagios bordeaba los mil, pero aún no existían vacunas contra el covid, y la participación fue del 51%".
En esa línea, advirtió que "si el debate sobre la postergación de las elecciones continúa estas dos semanas que vienen y se destacan las inseguridades sanitarias para ir a votar, lo más probable es que la participación descienda".
"Pero si el mensaje es que a pesar de estas condiciones sanitarias se han tomado todas las medidas y resguardos en los locales de votación,
entonces es posible que la participación no se vea tan afectada, especialmente en el grupo de adultos mayores que a esa fecha ya tendrá, en su mayoría, la segunda dosis de la vacuna", afirmó.
En tanto, la abogada, magister en derechos fundamentales y experta en temas de transparencia, María Jaraquemada, señaló a Emol que las dudas pueden afectar la participación, "porque genera incertidumbre y confusión. Aún no hemos comunicado bien lo de las elecciones en dos días, por lo tanto, sí podrían afectarla".
"Por eso creo que es clave que esto se zanje pronto. Soy de la idea de no aplazar, ya que creemos que con la vacuna estaremos mejor en unos meses, pero no hay certeza de esto y hay otras medidas que se pueden adoptar antes, como lo que ocurrió con aumentar las cuarentenas, cerrar las fronteras, mejorar la trazabilidad", agregó.
Asimismo, recordó que "tenemos un calendario electoral muy estrecho y con los dos días de elecciones y avanzando en buenas medidas y coordinación, con los aprendizajes del Plebiscito, creo que podemos lograr tener garantías para una buena participación y seguridad para quienes quieren participar".
Cómo abordar la discusión y el rol de los políticos
En cuanto a cómo se debiera abordar este tema sin dejar espacio para dudas, Morales señaló que "lo clave es entregar un mensaje de seguridad, enfatizando los protocolos establecidos por el Servel y la autoridad sanitaria. También sería adecuado recordar que no existe una relación directa entre la participación en elecciones y las variaciones en el volumen de contagios".
"En consecuencia, las autoridades debiesen confluir en este mensaje de seguridad para los electores, recordando la responsabilidad individual para evitar contagios. Si no hay consenso, entonces sería mejor postergar las elecciones. Las autoridades deben dar seguridad a los ciudadanos, y para eso se requiere de una visión común", dijo.
En la misma línea, Jaraquemada coincidió en que la situación "debiera zanjarse a la brevedad y en vez de seguir conversando sobre si aplazamos o no,
comunicar bien las medidas de elecciones de dos días, horarios prioritarios, etcétera".
Sobre si los políticos deben ser escuchados o dejar todo en manos de los técnicos, subrayó que "si bien los criterios sanitarios son los que deben primar a la hora de tomar una decisión, son finalmente las instituciones políticas las que están a cargo de adoptarla y concretarla a través de las reformas constitucionales y legales necesarias".
La misma postura evidenció Morales, quien recalcó que se trata de "una decisión técnica y política al mismo tiempo. Es una decisión técnica desde la perspectiva de la posible alza de contagios luego de las elecciones y de las normas de seguridad en caso de que estas elecciones finalmente se lleven a cabo".
"Es una decisión política también porque de postergarse, se corre parte del calendario electoral y, más importante aún, el plazo para redactar la nueva Constitución. Todo esto, si las elecciones se postergan más allá de un mes. Si se postergan por una o dos semanas, el daño será menor", concluyó.
