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Correcciones por paridad, primeros acercamientos y posibles alianzas: El día después de la elección de convencionales

Se espera que en la jornada se terminen de despejar con absoluta certeza los nombres de los elegidos, cuya definición se prevé ajustada. También habrá un reconocimiento entre los propios miembros, quienes podrán comprobar con cuáles otros elegidos habrá afinidad política.

11 de Mayo de 2021 | 16:06 | Por Consuelo Ferrer, Emol
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EFE
Es probable que el día lunes 17 de mayo, cuando ya se haya realizado un exhaustivo conteo de votos, todos los partidos puedan sacar cuentas alegres. "Hay algunos a los que les va a ir un poco mejor en una elección y un poco peor en otro, pero todos van a tener algún tipo de forma de decir que ganaron", adelanta el doctor en Ciencia Política, Kenneth Bunker. "A Unidad Constituyente probablemente le vaya a ir bien en gobernadores regionales y a Chile Vamos en las diez comunas más grandes de Chile", dice.

Se tratará de un lunes trascendental, no solo porque por fin se conocerá el nombre de los 155 miembros de la convención que va a redactar la nueva Carta Magna, sino porque además empiezan a cerrarse las instancias para definir las candidaturas presidenciales. El día miércoles 19 es la fecha en que los partidos deberán inscribir sus primarias. Ese lunes, de hecho, tanto la UDI como la DC tienen consejo general. "Los partidos van a estar tratando de ocupar la evidencia de esa elección para definir quiénes son los candidatos que importan y quiénes no", dice Bunker.

Pero el protagonismo de ese lunes, coinciden los expertos, se lo llevará lo que pase con la convención constitucional. Según Bunker, el principal paño a cortar va a ser el balance de fuerza entre los partidos políticos tradicionales. "El ganador obviamente va a ser la oposición si logra ganar más de los dos tercios o el oficialismo si es que logra superar con creces los 52 escaños para mantener ese bloqueo, pero tiene que ser más, no puede ser justo. También va a haber una pelea por quién llega en el segundo lugar y quién puede dar la sorpresa", comenta.

Ese día, agrega la académica de la U. del Biobío, Susana Riquelme, se responderán algunas preguntas y se generarán otras. "Después del Plebiscito, la pregunta era: '¿Y ahora qué?'. Ahora tal vez la pregunta sea: '¿Y ahora cómo?'. ¿Cómo vamos a hacer que este proceso sea más legítimo? ¿Cómo vamos a mantener la esperanza de cambio? ¿Cómo van a llevar adelante los constituyentes sus promesas de hacer una Constitución distinta? ¿Cómo se asegura la participación ciudadana?", interroga.

Despejar los nombres

"Al día siguiente va a haber una natural reacción producto del factor de corrección que significa el tema de la paridad", opina por su parte el decano de la Facultad de Gobierno de la U. Central, Marco Moreno. "Eso va a dar de qué hablar, porque posiblemente van a haber candidatos que sean electos y que, cuando se aplique la corrección por paridad, van a quedar fuera. Ahí va a haber un tema de discusión", asegura. Eso, añade el académico de la U. de Talca, Mario Herrera, puede provocar que "la elección se esté dando vuelta continuamente" y que los nombres finales no se sepan de inmediato.

Para Riquelme, ese día se despejarán varias incógnitas sobre el mecanismo. "Vamos a ver cómo va a funcionar y qué sucedió en la práctica: ¿a quiénes favoreció? ¿a quiénes no?", plantea. "También vamos a saber qué sucedió con las listas de independientes y con los partidos. Eso nos va a mostrar tendencias sobre el escenario próximo que se viene, que es la presidencial. Vamos a ver cómo se comporta un distrito versus otro, cómo va a ser la participación, cuáles papeletas tuvieron mayor abstención".

"Después del Plebiscito, la pregunta era '¿Y ahora qué?'. Ahora tal vez la pregunta sea '¿Y ahora cómo?'. ¿Cómo vamos a hacer que este proceso sea más legítimo? ¿Cómo vamos a mantener la esperanza de cambio? ¿Cómo van a llevar adelante los constituyentes sus promesas de hacer una Constitución distinta?

Susana Riquelme
Habrá que lidiar, además, con las sensaciones del electorado una vez que conozcan los nombres definitivos. Debido al sistema electoral proporcional que utilizará Chile, a la gran dispersión de listas que compiten y al mismo mecanismo paritario, la probabilidad de que el nombre por el que un ciudadano vota termine en la convención no es demasiado alta. "Eso, en realidad, es algo positivo del mecanismo proporcional", comenta Riquelme.

"Lo que estamos planteando es la idea de votar por una lista más que por una persona, porque personificar la política también es complejo. Es importante señalar que aunque no haya ganado mi candidato, alguien de la lista quedó gracias a que mi voto contribuyó a eso. Por eso el qué y el cómo es tan importante: ¿cómo lo va a hacer ese candidato para representar las ideas de su lista?", dice.

También ese día se podrán extraer conclusiones sobre la participación. "Una clave para analizar el periodo posterior a las elecciones es ver cuánto interés despierta no solamente el hecho de tener una nueva Constitución, sino también elegir quiénes van a ser las personas que, en definitiva, la escriban. Ese día vamos a saber si la participación es más parecida a la de una municipal, que suele ser baja, o si termina siendo más parecida a una elección nacional, como la presidencial o el mismo Plebiscito", dice Herrera.

Reconocimientos y acercamientos

Una vez determinados con certeza los nombres, se espera que comiencen los acercamientos entre los elegidos y algo así como un reconocimiento de quién es quién dentro del órgano: con los convencionales sobre la mesa, cada sector podrá ponderar su peso relativo en la instancia y mapear con cuáles otros miembros tiene propuestas, intereses o valores en común, y también con quién no.

"Algo va a pasar con esta idea que se ha construido, esta especie de discusión algo artificiosa sobre los dos tercios", plantea Moreno. "Es muy probable que al día siguiente de la elección los tercios tengan mucho menos relevancia de la que ahora le estamos asignando, porque ahí es donde el trabajo de los constituyentes va a mostrar muchos cruces de apoyo puntuales, aunque sea con alianzas de distinto signo político, para cuestiones concretas", añade.

"Algo va a pasar con esta idea que se ha construido, esta especie de discusión algo artificiosa sobre los dos tercios. Es muy probable que al día siguiente de la elección los tercios tengan mucho menos relevancia de la que ahora le estamos asignando"

Marco Moreno
"Es bien improbable que se dé en la práctica esta idea de un pacto o un acuerdo monolítico entre aquellos que forman parte de los dos tercios", expresa. "Creo que vamos a ver el día lunes cómo se comienzan a dar alianzas respecto de la mesa que pueda presidir la convención, por ejemplo", expone.

Varias voces ya han deslizado que la estructura de la convención podría alinearse de acuerdo a cada temática en concreto, lo que en política se conoce como geometría variable, más que de manera fija por una ideología política transversal. Ese día, de hecho, se conocerá si la intención de la población de votar por independientes —que se ha expresado en encuestas— se traducirá efectivamente en escaños, y cómo actuarán los que resulten elegidos. "Si bien los partidos van a tratar de influir en los cargos, evidentemente los independientes elegidos en pactos de partidos políticos no van a seguir sus instrucciones. En los primeros días vamos a ver menos alineamientos tácticos de lo que nosotros suponemos hoy día", asegura.

"¿Vlado Mirosevic le podrá dar una orden a Agustín Squella? ¿O el Partido Socialista a Jorge Baradit? Por eso es que esta discusión de los dos tercios es artificiosa. Se ha hecho un verdadero fetiche del tercio de la derecha. Es probable que llegue a tenerlo, pero eso no significa que vaya a ser monolítico, como tampoco lo van a ser los otros dos tercios restantes", adelanta. La estructura final, en todo caso, se conocerá recién en seis días. Entonces los cálculos podrían comenzar a ser más precisos.
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