A una semana de la megaelección: Los análisis que emergen tras los sorpresivos resultados

El fin de semana pasado todo eran expectativas: cómo se comportaría la ciudadanía chilena en las urnas, si es que asistirían a votar, si entregarían el sufragio a actores políticos o si se inclinarían por figuras independientes, y también había expectativa por lo que pasara inmediatamente después, en las inscripciones de primarias que inevitablemente se verían influidas por los resultados de la megaelección del 15 y 16 de mayo.

A una semana de la gesta, empiezan a surgir los primeros análisis.

Una de las lecturas es la de Carlos Peña en El Mercurio, quien considera que "la política chilena amenaza estar invadida por el simplismo y esta semana, plagada de payasadas y de vergüenzas, lo ha confirmado". Esto se manifestaría tanto en la izquierda —donde se ha ido imponiendo la noción de que "las 'fuerzas transformadoras están en lo correcto'''— como en la derecha —donde "se ha dicho que ha sido un error no ofrecer una fisonomía ideológica nítida y en cambio asemejarse a la oposición"—. "La transformación por sí misma no es intrínsecamente virtuosa", dice, y agrega que "el problema de la derecha" es que "parece estar obnubilada con la facticidad, con las cosas tal como son, con la estructura, por llamarla así, de la modernización".

"En medio de esos simplismos —y este es quizá el problema clave de la política chilena de hoy— hay un gigantesco silencio. El problema de la centroderecha (allí donde la haya) y la centroizquierda (allí donde quede algo) es que luego de haber construido al Chile contemporáneo, han sido incapaces de comprender los públicos que han creado, las trayectorias vitales que en este tiempo se desenvolvieron, las expectativas que generalizaron, las nuevas formas de pobreza que surgieron, las identidades que brotaron, la autonomía de los más jóvenes que la expansión educacional y el consumo hicieron posible", asegura.

La tesis del abogado es que, de no modificarse esto, "el centro desaparecerá". "Si la historia arroja alguna lección es esta: la modernización solo podrá continuar y corregir sus patologías si aparece el centro, lo que quiere decir: si el simplismo se deja atrás y comienza el tiempo de las ideas, la conciencia de la complejidad de las cosas", cierra.

En la misma página de la columna de Peña aparece la firmada por Joaquín García-Huidobro, donde habla de "tres espinas" que "se clavaron en el corazón de la centroizquierda y la derecha, aparte de sus malos resultados". El doctor en filosofía asegura que la primera es que "en todo el mundo el comunismo está de baja" pero "en Chile es distinto". La segunda, dice, es "el fortalecimiento del Frente Amplio, versión chilena del Podemos Español". "En Madrid acaban de barrerlo; sin embargo, en Chile —aunque pasó por graves crisis el último año— ha salido fortalecido", apunta.

La tercera y quizás la más novedosa es el análisis que realiza a "la gran sorpresa" del pasado domingo: "la exitosa irrupción de la Lista del Pueblo". "Siempre se dijo que el movimiento del 18 de octubre era inarticulado. Esto cambió. Con inteligencia, audacia y un uso genial de las redes sociales, ese fenómeno ha tomado forma más orgánica en esta elección. La respuesta a la pregunta por 'quiénes son' está en su propia página web: son la gente del 18-O. ¿Qué significa eso? Lo que uno diga depende de las imágenes que vengan a su mente cuando piensa en esa fecha", comenta.

Para García-Huidobro, se trata de "un fenómeno mucho más complejo" que lo que podría ser "una nueva Unidad Popular". "Estos grupos que han mirado con desconfianza a la democracia representativa, se encuentran ahora metidos en el sistema, lo que puede influir en sus lógicas", asegura. "En suma, lo que hoy vemos es también posmodernidad, subjetividades variopintas y una gelatina inasible que requiere un esfuerzo para explicarla", agrega. Los retos que avizora para las fuerzas tradicionales son la misma convención, las elecciones presidenciales y la parlamentaria. "Se necesitará mucha política", concluye.

En el mismo periódico viene otro análisis, esta vez a cargo del economista Sergio Urzúa, donde ocupa una analogía educativa para hablar sobre un rasgo que advierte en la ciudadanía de hoy. En su texto, Urzúa señala que los estudiantes universitarios no saben escribir bien. "Recuerdo a un amigo docente que me mostró un ensayo que estaba corrigiendo. El tema era complejo y desde lejos daba la impresión de que el alumno se había esmerado, pues había escrito toda la plana. Sin embargo, su texto no tenía ni una sola coma, punto aparte o seguido. Era una infinita frase de ideas inconexas", cuenta.

El economista atribuye este fenómeno a algunas condiciones que, en todo caso, han ido siendo mejoradas por alternativas tecnológicas, como la mala ortografía o los problemas de gramática que ahora pueden ser identificados por softwares, ayudando al proceso de escritura. Para él, también influye en esta realidad la costumbre de los docentes de evaluar mediante preguntas de elección múltiple "no solamente por su validez pedagógica, sino por la facilidad para corregirlas".

"No importa el número de alumnos, cualquier prueba en ese formato se corrige de forma instantánea", dice, a diferencia de la evaluación de ensayos. "No hay reemplazo a la lectura juiciosa del maestro. El problema es que toma tiempo", advierte. Así, Urzúa asegura que existe "un obvio costo individual, pero también uno colectivo: permite la proliferación de ciudadanos sin pensamiento crítico". Él dice estar viéndolo: "La facilidad con que avanzan ideas añejas y fracasadas en economía entre la juventud sugiere que esto no es un invento".

Ayer también hubo análisis en El Mercurio y uno de ellos fue del ex ministro de Michelle Bachelet, Francisco Vidal, quien aseguró que los días domingo, lunes, martes y miércoles de esta semana "serán recordados en la historia política de Chile contemporáneo". "El resultado de las cuatro elecciones cambió el panorama político de Chile", afirmó. Vidal identificó dos derrotas, la de la derecha y la de Unidad Constituyente en la elección de convencionales, y un "triunfo importante" de Apruebo Dignidad, pero sobre todo destacó que "los grandes triunfadores resultaron ser las listas de independientes".

Además de analizar lo ocurrido en las elecciones de gobernadores y municipales, Vidal hace un repaso de lo que será el escenario de primarias en ambos sectores ideológicos del país y advierte que "es imprescindible que la centroizquierda tenga un candidato o candidata única en primera vuelta presidencial". "Dado que no fue posible que se dilucidara en una primaria legal, creo lo más conveniente que exista una primaria convencional entre Paula Narváez, la candidata democratacristiana que postule dicho partido, y Carlos Maldonado del Partido Radical", dijo.

"Aun más, creo que dicha primaria debiera ocurrir una semana antes de la primaria legal, es decir, el domingo 11 de julio, con el objetivo de también participar en el debate político y ciudadano que acompañará la primaria legal de la izquierda y derecha mencionadas y solo restándonos por disposición legal de la franja de televisión", apuntó. "No es posible que la centroizquierda quede al margen de dicho ejercicio, como tampoco que en noviembre la ciudadanía no encuentre en el voto dicha opción", concluyó.

"Hace un año y medio hablábamos del 'estallido social'. Hoy debemos hablar del 'estallido político'. Esa es la primera lectura que se puede hacer de las recientes elecciones", opinó el sábado Francisco Covarrubias en el mismo espacio. A su juicio, con ellas terminó un periodo de 30 años en el que "los resultados eran previsibles" y además "han puesto un enorme signo de interrogación sobre la existencia de los partidos tradicionales". Lo del domingo, dijo, fue "un asesinato al padre", es decir, la ciudadanía buscó una forma de "emanciparse".

"Quienes han decidido la elección son aquellos que han nacido en democracia, que no vieron el fracaso de las políticas de la Unidad Popular ni conocieron la dictadura", aseguró. "Se trata de una generación nacida en el Chile moderno, cuyas falencias ya no se podían contrastar con el pasado sino que se analizaban en sí mismas". El responsable que encontró esta generación, aseguró Covarrubias, fue "la triada modelo neoliberal-Constitución del 80-sector privado".

Covarrubias también advirtió que "hay otros elementos que forman parte del fenómeno", como "la sensación de privilegios". Propuso además que "el principal desafío de la centroderecha y de la centroizquierda de cara a las elecciones que vienen es ser capaces de plantear modelos alternativos". "Si existe voluntad de diálogo, si existe intención de escribir 'la casa común', si se respeta lo acordado es posible que —pese a las tensiones que existan— se logre algo razonable. Si ocurre lo contrario, los cambios son variados, pero todos con bajadas pronunciadas. Y algunos con abismos", dijo.

En tanto, en La Tercera Daniel Matamala se dedica a describir a las figuras que entraron a la convención, descritas por algunos analistas "al pasar" como "esa gente". "La frase lo dice todo, porque al parecer 'la gente' es una cosa. 'Esa gente' en cambio, es otra muy distinta", advierte este domingo. Para él, el término "gente" hacía alusión a los protagonistas de "un Chile post-político" desde la campaña de Aylwin, alejándose del "pueblo" que había sido "el actor de la lucha contra la dictadura". "Había que dejar de ser pueblo para convertirse en gente", comenta.

"Los 27 constituyentes de la Lista del Pueblo, tal como los demás independientes y representantes de pueblos originarios, surgen de un Chile que se organizó mucho antes de octubre", asegura. Describe a algunos: una socióloga dedicada al problema de la vivienda en Valparaíso, un paciente de leucemia, un evangélico que trabaja en organizaciones solidarias, una científica experta en energías renovables, una transportista escolar que colabora en ollas comunes, una profesora de historia de Tocopilla que defiende a mujeres vulneradas.

"Se apellidan Rivera y Henríquez, Gonzáles y Bravo, Pérez y Woldarsky. Hay abogados y matronas; profesores y estudiantes; empresarios y machis; agricultores y ajedrecistas; científicos y filósofos; actores, dirigentes indígenas y dueñas de casa. La mayoría tiene educación superior, pero no vienen de los círculos de la élite santiaguina. En una frase: se parecen a Chile", dice.

Otro análisis interesante es el que desarrollan los académicos de la Facultad de Derecho UAI, Isabel Aninat y Rodrigo Correa, sobre cómo cambió el sentido de los dos tercios una vez que los resultados mostraron que ni la derecha ni ninguna otra fuerza dentro del órgano alcanzaría la cantidad suficiente de escaños, debido a que "la discusión estuvo centrada en la idea del bloqueo" hasta entonces.

"Ya no se presenta como el temido veto, sino como una valla que afecta a todos por igual. Como ninguna fuerza política tiene aisladamente el control sobre un tercio de los convencionales, existe un evidente incentivo a negociar: la fuerza política que se atrinchere corre el riesgo de quedar aislada del acuerdo constitucional. Esto debieran sentirlo con particular intensidad los extremos", comentan.

"La disolución del poder de veto permite retomar desapasionadamente la discusión sobre el reglamento", agregan, el que deberá ser aprobado también por dos tercios en la misma convención. "Debe reconocerse que proceder únicamente norma por norma no solo no garantiza un texto mínimamente coherente, sino que hace muy difícil la negociación en un escenario que, debido a la alta fragmentación y escaso control de los partidos, es de por sí complejo", advierten. "Cabe mirar con nuevos ojos las virtudes de una votación final del texto constitucional completo".

También hay una visión particular con una mirada de género que proviene de Paula Escobar, que critica "el Club de Toby de la UDI al PC" en "el show de la inscripción de candidatos a las primarias legales". Fue, dice, "una opereta vertiginosa, llena de improvisación, desorganización y contradicciones... y tres mujeres, dos candidatas y la presidenta del Senado, fueron maltratadas políticamente", expone.

"¿Resultado? Solo hombres quedaron inscritos a las primarias legales presidenciales", dice. Para Escobar, lo que empezó a ocurrir a partir del lunes fue "un balde de agua fría" que incluyó "humillación" tanto a Ximena Rincón —que para la columnista fue "sacrificada por su partido, sin proporcionarle la mínima dignidad" pese a que había sido "candidata legítima y electa—, a Paula Narváez —quien "pone la cara para esta migración abrupta del PS hacia el polo de izquierda más radical" y después "planta cara" en la trifulca por los supuestos vetos en el bloque PC/FA— y a Yasna Provoste —quien "puso límites a este circo de vetos, exclusiones, macuqueos y de tratar a las mujeres como piezas de ajedrez o fusibles".

"Los dos meses que vienen tendremos un Club de Toby en la campaña de las primarias presidenciales legales. Desde la UDI al PC, estos caballeros nos explicarán las causas de la desigualdad estructural de género y cómo la combatirán. Claro, los candidatos se rodearán de mujeres en la propaganda, se revelarán deconstruidos y feministas, pero no habrá cómo disfrazar que no solo bajaron, sino que les faltaron el respeto a mujeres que tenían un lugar en esa carrera y algo que decir a las millones hartas de que los hombres decidan, en la hora final, entre ellos", concluye.