"Yo tengo muchos prejuicios —juicios hechos sin tener todavía evidencia suficiente como para suponer qué es lo que va a pasar— y muchos otros tendrán respecto de mí, y así vamos. Pero hay que ver cómo se comporta la gente en realidad", dice desde su cuarentena preventiva la licenciada en Filosofía y columnista, Teresa Marinovic, elegida con la primera mayoría de la lista Vamos por Chile en el Distrito 10.
Sus intervenciones que más de una polémica han levantado —ella misma se define como "políticamente incorrecta"— causó tensión al momento de la conformación de listas e incluso su compañera de fórmula, Sylvia Eyzaguirre, dijo en un momento que se bajaría de la carrera si se mantenía, algo que finalmente no realizó. Con casi 40 mil votos, la frontal y controversial figura de Marinovic entró a la Convención Constitucional en el emblemático Distrito 10.
"En la vida uno siempre tiene prejuicios, uno tiene que funcionar sobre la base de prejuicios. Por ejemplo: que la persona que contrataste para ir a hacer un arreglo en tu casa no es un asesino en serie", explica y añade que "uno funciona con supuestos, a veces malos y a veces buenos, pero uno opera así en la vida y eso es necesario que sea así".
"El punto es si uno está dispuesto a superar el prejuicio y a dejarse informar por la realidad, o si quiere aferrarse a su prejuicio y mantenerse en su trinchera. Yo, por lo menos, tengo todo el ánimo. Siempre estoy dispuesta a superar mis prejuicios, y no es ahora sino que siempre. Nunca en la vida mi postura ha sido de atrincheramiento", asegura.
En las semanas previas al inicio de la Convención, Marinovic se presenta como dispuesta al diálogo. "Que uno sea políticamente incorrecta a ratos, o confrontacional cuando considera que hay temas que ameritan una actitud más proactiva —en términos de ataque o de defensa de ciertas ideas— no significa que en el ámbito humano o personal uno no esté dispuesta a oír (...) Yo creo siempre estar en una posición muy abierta respecto a las personas, no así respecto a los principios, que también es algo que se tiende a confundir", dice. "Que uno sea firme en la defensa de principios no significa que uno va a ser implacable en el trato con alguien que no piensa como uno".
Asegura, además, entender de dónde vienen las diferencias. "Hay perspectivas, experiencias de vida, situaciones, cuestiones de temperamento asociadas a tu manera de pensar. La persona más racional y más objetiva tiende a ser más de derecha. Sonará mal, pero es así y está bastante estudiado. La persona más romántica y más sentimental es más de izquierda. Uno reconoce eso y ve que esas otras perspectivas y sensibilidades, que quizás uno no comparte, de todas maneras tienen mucho que enseñarte", apunta. "A lo mejor hay una sintonía de la persona de izquierda con ciertos problemas que uno no tiene, y uno aprende de eso".
"Que uno sea políticamente incorrecta a ratos, o confrontacional cuando considera que hay temas que ameritan una actitud más proactiva, no significa que en el ámbito humano o personal uno no esté dispuesta a oír"
Teresa Marinovic
De todas formas, Marinovic traza una línea divisoria con la izquierda y dice que tienen una "diferencia radical". "La ultraizquierda justamente apunta a un pensamiento hegemónico, a un control absoluto de las cosas por parte del Estado y del poder político", expone. "La Constitución que a mí me quedaría cómoda es una con perspectiva de individuo y no de colectivo, que esté pensada para limitar el poder político (...) pero también que le dé al ciudadano facultades, que quede bien protegido respecto de ciudadanos que están más organizados".
"Al día de hoy, ocurre que si tú estás en un sindicato tienes más derecho que si eres un trabajador aislado, si eres militante de un partido tienes más posibilidades... creo en una Constitución que tenga instituciones que velen por este individuo, así sea que no esté organizado, no pertenezca a un grupo económico ni sea parte de un colectivo. Eso es lo fundamental, y se puede traducir, implementar o llevar a la práctica de mil maneras. Es un concepto más general, porque no nos vamos a poner a escribir una Constitución tentativa, menos todavía siendo minoría, como de hecho lo somos", agrega.
Pese a la afirmación, Marinovic dice que "no sabe si lamentar" que su sector no llegara al tercio de convencionales, lo que le hubiera permitido tener el llamado "poder de veto". "Uno no sabe tampoco qué significa este tercio", resume, porque aún no se sabe cuáles serán las alianzas dentro de la convención. "En definitiva, no sabemos si somos minoría o mayoría aquellos que creemos en la institucionalidad, en el Estado de Derecho, en la división de poderes y en estas cosas macro, en las cuales puede haber mucha gente de izquierda incluida", concluyó.
Revisa la entrevista completa en EmolTV.