A poco menos de dos meses de que se lleven a cabo las elecciones y en medio del proceso constitucional que se desarrolla en el país, el pasado domingo el vicepresidente del órgano, Jaime Bassa, abrió un nuevo debate en torno a las implicancias que podría tener la nueva Carta Magna en el próximo periodo presidencial.
"Si ésta (la nueva Constitución) establece un régimen transitorio que diga que, por ejemplo, un año después de entrada en vigencia el Gobierno va a (tener que) llamar a elecciones, éste lo tendrá que hacer", manifestó el convencional, recordando que de establecerse lo anterior, el futuro gobierno podría ver reducida la extensión de su Mandato.
En ese sentido, si bien diversas figuras ya habían adelantado que quien gane los comicios deberá asumir en marzo con un gobierno de "transición", expertos señalan que lo anterior añade una "inédita incertidumbre" al proceso.
"Mi opinión es que el vicepresidente no solamente tiene un cargo administrativo, sino que también es una figura política y por lo tanto lo que dijo, desde el punto de vista político, es inadecuado en este minuto, cuando están despegando las campañas, cuando el Servel no va a poder acercar los locales a la gente porque el Tribunal Constitucional se demoró mucho en el fallo, cuando tenemos un año que ha sido súper electoral, donde tenemos pandemia. (Es) poner otra cuota más de incertidumbre", sostuvo a Emol el sociólogo y director de Tuinfluyes.com, Axel Callís.
Añadiendo que "a veces no es bueno adelantar discusiones que se van a dar en su momento, porque eso
puede afectar la participación, puede bajarle la tensión a la presidencial y por lo tanto la puede tornar irrelevante. El próximo Presidente va a tener que administrar en incertidumbre, entonces agregar más incertidumbre a la que ya hay, creo que es un elemento que no ayuda al fortalecimiento de la participación electoral".
En ese contexto, Callís además planteó que lo anterior podría tener un efecto en materia programática, ya que "le quita densidad (…) porque si estamos discutiendo elementos programáticos que tienen que ver con el Chile que viene y resulta que el Presidente va a estar prácticamente un año y medio o dos, no tiene sentido, porque no va a alcanzar a hacer nada en términos legislativos".
Ahora bien, el cientista político y académico de la Universidad de Talca, Mauricio Morales manifestó que "para algunos lo de Bassa fue una imprudencia, pero desde mi perspectiva sus declaraciones contribuyen a esclarecer el poder potencial de la Convención Constitucional y su capacidad para incidir en asuntos contingentes".
En tanto, respecto a los efectivos políticos, coincidió con Axel Callís en que "puede que algunas candidaturas presidenciales transformadoras y con programas ambiciosos, sencillamente no sean viables, pues enfrentarán una incertidumbre inédita: no saben a ciencia cierta cuánto durará su gobierno. En consecuencia, es posible que los programas de los candidatos muten desde la transformación como concepto central hacia una lógica de transición desde un modelo político a otro".
Por su parte, el también cientista político y académico de la Universidad del Desarrollo, Miguel Ángel Fernández sostuvo que "la democracia chilena ha sufrido una importante batería de cambios institucionales durante la última década. Cambios en la estructura electoral, prácticas políticas y el sistema de partidos son solo algunas de ellas. Este conjunto de innovaciones institucionales es coronado por el proceso constitucional".
"Teniendo todo eso en cuenta, es una mala idea acortar el periodo presidencial. La nueva Constitución, en caso de ser ratificada, necesita un tiempo de ajuste en el cual el Congreso y el Ejecutivo deberán trabajar en conjunto para poner en marcha el nuevo mapa institucional del país. Pareciese que las palabras del vicepresidente son poco prudentes, en momentos donde la Convención requiere dar señales de estabilidad a la sociedad chilena", señaló.
Ahora bien, Marco Moreno, analista político y decano de la facultad de ciencias políticas de la Universidad Central, sostuvo que no necesariamente una eventual modificación del próximo periodo electoral repercutiría en la participación de los comicios.
En ese sentido, aseguró que los dichos de Bassa ponen "una señal de advertencia sobre el resultado del proceso constituyente, porque esto no lo va a definir la Convención, como decía el vicepresidente Bassa, sino que lo va a establecer la Constitución. Y eso es una cuestión ineludible, no tiene mucho espacio para discutirse porque va a estar establecido en la Constitución, si es que se aprueba además en el Plebiscito de salida, porque todo esto está condicionado a eso".
"Siempre supimos que el próximo Presidente iba a ser de transición, independientemente de este comentario que hizo Bassa. Sabíamos que dado que no van a estar definidas las reglas del juego se genera un espacio grande de incertidumbre para quien asuma. Por lo tanto, yo creo que es un hecho que está internalizado en los inversionistas, en la economía, que vamos a tener un periodo de inestabilidad. Ahora claro, lo que hace Bassa es decir que ese periodo de inestabilidad va a estar marcado también por este elemento de sospecha", agregó.
Finalmente, explicó que "no creo que tenga efectos sobre la participación. El efecto más bien va a estar generado en relación a que quién resulte electo Presidente o Presidenta va a tener que asumir en marzo con un espacio de incertidumbre. No es una discusión tan cercana a los electores o ciudadanos, es una discusión más de la elite (…) todo esto tiene que ser resuelto con un Plebiscito de salida, entonces los electores podrían decir bueno, si no nos gusta esa figura transitoria podemos votar rechazo en la Constitución".
