SANTIAGO.- Ante el alza sostenida de los contagios de covid-19, el Gobierno de Austria advirtió que las personas que no se hayan vacunado contra el virus SARS-CoV-2 tendrán mayores restricciones e incluso podrían volver a estar confinadas.
"La pandemia aún no ha quedado atrás. Estamos a punto de tropezar con la pandemia de los no vacunados", alertó el canciller de ese país, Alexander Schallenberg, quien comunicó que si el número de pacientes UCI alcanza al 25% de la capacidad de esas unidades, los no vacunados no podrán ingresar a negocios como restaurantes y hoteles. En tanto, si la ocupación de las UCI llega a un tercio, las autoridades planean imponer mayores restricciones quienes aún no se hayan inoculado, los que solo podrían salir de sus casas por motivos específicos.
¿Sería posible implementar una medida similar en Chile, ante el alza sostenida de los contagios? El subsecretario de Redes Asistenciales, Alberto Dougnac, comenta a Emol que "nosotros creemos en la libertad de las personas" y que "lo que haremos es tratar de estimular la vacunación, para que todo el mundo esté vacunado y se protejan ellos y al resto de la comunidad".
En esa línea, señala que la estrategia de la cartera consiste en "dar mayores libertades a aquellas personas que cumplen" con inocularse. Por ejemplo, a través del pase de movilidad, y "ahora vamos a pensar probablemente en incorporar la tercera dosis también al pase de movilidad".
"Podemos poner ciertas mayores libertades a las personas que hagan cumplimiento, pero creo que uno tiene que respetar las libertades de las personas, tratar de entregar los mejores argumentos para que accedan a la vacunación. Yo creo que mucha gente lo entiende y ha ido cambiando su conducta, pero todavía hay grupos que no creen, y me parece que los puntos de opinión son respetables", afirma la autoridad.
"El llamado tiene que ser a vacunarse, en positivo"
Consultada sobre el mismo tema, la Dra. Jeannette Dabanch, presidenta del Comité Asesor de Vacunas e Inmunizaciones (Cavei) del Minsal, señala a Emol que medidas como la anunciada en Austria "son complejas" de implementar en la práctica; a lo que se suma que "no podemos vivir en una sociedad en donde estemos permanentemente con una imposición y retiro de medidas, porque finalmente el virus se mueve en la comunidad y afecta a personas que incluso están inmunizadas".
"Hay que ser súper claros en que esta enfermedad mata y nos mantiene en una crisis sanitaria que no vamos a poder detener; entonces el llamado es a vacunarse, porque uno quiere que toda la comunidad esté protegida, y que todos puedan retomar la vida diaria. Tenemos que tomarle el peso a este virus, que nos tiene acorralados"
Dra. Jeannette Dabanch, presidenta Cavei
Por eso, dice que "el llamado tiene que ser a vacunarse, en positivo", que "las vacunas sean distribuidas en forma oportuna y equitativa y que los usuarios comprendan y entiendan que el beneficio supera cualquier riesgo".
En esa línea, cree que "tenemos que mejorar nuestra comunicación de riesgo; porque la gente dice 'ah, quedan camas UCI, entonces la cosa no es tan grave', pero la cama UCI es nuestro último recurso". "Hay que ser súper claros en que esta enfermedad mata y nos mantiene en una crisis sanitaria que no vamos a poder detener; entonces el llamado es a vacunarse porque uno quiere que toda la comunidad esté protegida, y que todos puedan retomar las actividades, la vida diaria. Tenemos que tomarle el peso a este virus, que nos tiene acorralados", subraya.
En la misma línea, el Dr. Rodrigo Cruz, infectólogo de la universidad de Valparaíso, plantea que implementar una medida de ese tipo "es difícil, porque en Chile –y en la mayoría de los países– la vacunación no es obligatoria, y, por lo tanto, es parte del derecho de los ciudadanos". "Toda medida que vaya en restricción de la libertad de las personas siempre es difícil de tomar (...) Es lo que está pasando, por ejemplo, en Francia, donde una parte importante se opone fuertemente al pase de movilidad, porque anteponen la libertad ante todas las cosas, y el derecho a no vacunarse", señala.
Hace ver, además, que "es distinto que una persona no pueda entrar a un restaurante o a un lugar específico, a que no pueda salir de su casa a trabajar". "Estamos viviendo un periodo donde empezamos a hablar ya de las libertades y confinar a personas no vacunadas es complejo; es bien poco probable que eso ocurra", sostiene.
De todas formas, coincide con las autoridades austríacas en que la actual está siendo "una pandemia de los no vacunados". "Por supuesto; es lo que nos está pasando a nosotros. Si uno ve el último informe epidemiológico, aquellas personas que están ingresando a unidades de cuidados intensivos y las personas que están falleciendo son principalmente aquéllas que no están vacunadas o que tienen una vacunación incompleta", afirma.
