En medio del impacto mundial que ha provocado la variante Ómicron en las cifras de contagios, ha emergido una tendencia que comienza a preocupar a epidemiólogos, infectólogos y pediatras, quienes han observado un aumento hospitalizaciones en niños y niñas.
Esto se ha visto reflejado en países donde precisamente Ómicron ha generado una gran ola de contagios. Por ejemplo,
Estados Unidos registró el miércoles 488 mil nuevos casos y estados como Nueva York atraviesan la mayor alza de hospitalizaciones pediátricas, puesto que los ingresos se han cuadruplicado entre la semana del 5 y el 19 de diciembre. En tanto, a nivel país, éstas han aumentando un 35% en la última semana.
Según un comunicado emitido el viernes por el gobierno local de Nueva York, la mitad de los menores hospitalizados corresponde a niños de 5 años, quienes aún no están en edad de ser vacunados.
En el caso de Reino Unido, el número de infecciones se está duplicando cada 2,5 días; el martes registró 129.471 casos de infección por covid-19, cifra récord desde el inicio de la pandemia. En el caso de Londres, la variante Ómicron ya es predominante, tal como lo confirmó a mediados de diciembre el alcalde, Sadiq Khan.
En base a los datos epidemiológicos de Reino Unido, entre el 20 y 27 de diciembre se registró el ingreso hospitalario de 328 niños entre 0 y 5 años y 236 entre los 6 a 17 años. En total, 564 hospitalizaciones en estos rangos etarios en solo siete días.
De vuelta en Estados Unidos, los pediatras dicen estar preparándose para un mes de enero agitado, puesto que aún restan las celebraciones de Año Nuevo y posteriormente los niños y niñas regresarán a clases.
Más población infectada y niños sin vacunas
La preocupación de los médicos radica en que mientas más población se infecte -debido a la contagiosidad de Ómicron- por consecuencia, más menores se contagiarán, y muchos de ellos aún no forman parte de la población a vacunar.
"Están aumentando mucho los casos, por lo que el aumento se registra a todo nivel, a toda edad. Y aunque esta variante pueda producir menos síntomas, si hay más casos, también habrá niños con síntomas", explica la doctora
Vivian Luchsinger, investigadora del Instituto de Ciencias Biomédicas (ICBM).
El otro factor que incide en este escenario, aclara, es que en los lugares que registran alto porcentaje de vacunación, "habitualmente la mayoría son los adultos, entonces los niños están susceptibles, eso contribuye a que se evidencie más la infección en estos grupos".
Misma opinión tiene el doctor Humberto Soriano, pediatra de la UC Christus, quien recuerda que el virus necesita ir mutando y hallando nuevos nichos para sobrevivir. En ese sentido, es esperable que al hacerse más trasmisible, también se hospede en los menores que no están protegidos, sobre todo en países que no tienen una vacunación tan avanzada como en Chile.
"Desgraciadamente, esto hace que los niños y niñas se contagien, se enfermen y un porcentaje llegue al hospital. Como son tantos niños, llegan más; pero la mortalidad no está siendo más alta que con la cepa original", afirma.
Llamado a inocularse con dosis de refuerzo
En el caso de Chile, el avance de la vacunación en menores entre los 3 y 17 años alcanza el 78,8% para primera dosis y un 66% con segunda dosis. En tanto, un 8,9% ha recibido el refuerzo. Si lo desagregamos por edad, y debido a que el proceso de vacunación entre los 4 y 5 años comenzó el pasado 9 de diciembre, ésta alcanza el 24,% en niños y 25,4% en niñas, sin datos aún para segunda dosis.
Por eso, Tomás Pérez-Acle, biólogo computacional y director del centro Ciencia y Vida señala que "es muy importante insistir en la dosis de refuerzo de los adultos ya que el aumento de casos de Ómicron nos pillará con los niños mayores de 12 con dos dosis y en los menores, solo con una. Y sabemos que Ómicron es capaz de evadir una dosis y que incluso Pfizer baja su eficacia a entre el 60% y 70% con dos dosis", zanjó.
El doctor Soriano también insiste en la vacunación, especialmente en aquellas personas que están rezagadas "y vacunar a los niños de tres años en adelante, sin olvidarse de la segunda dosis".
Asimismo, llamó a los padres a "no relajarse en estas fiestas, mantener el uso de mascarilla cuando estemos con personas que no viven con nosotros. Hay que dejar de pensar que alguien es exagerado por usarla y, por último, no compartir vasos u otros elementos.
Con todo, la doctora Luchsinger afirma que "aún no hay elementos para pensar que los niños puedan enfermar gravemente, dado que esta variante no ha demostrado producir mayor gravedad en los casos, pero eso es en la teoría, en la práctica vamos a saber su evolución", afirmó.