Hace dos semanas, el laboratorio estadounidense Pfizer anunció que ralentizaría su entrega de vacunas contra el covid-19 a partir de fines de enero o principios de febrero para hacer cambios en el proceso de producción y así aumentar el ritmo en las semanas siguientes.
El anuncio generó preocupación, debido a que la compañía comunicó que el cambio "afectará temporalmente los envíos de fines de enero hasta principios de enero" y que "puede haber fluctuaciones en los pedidos y programas de envío" en las instalaciones de Puurs, en Bélgica. La modificación busca habilitar la entrega de más dosis de las previstas inicialmente.
Por ello es que el anuncio realizado este viernes por el gigante farmacéutico suizo Novartis llegó como una buena noticia: el grupo firmó un acuerdo preliminar para ayudar a producir la vacuna de Pfizer y BioNTech basada en la tecnología del ARN mensajero.
El acuerdo prevé que Novartis ponga a disposición sus capacidades para introducir la vacuna en frascos en su planta de Stein, cerca de Basilea. La producción debe comenzar en el segundo semestre para realizar las primeras entregas en el tercero.
Novartis explicó que está en "negociaciones avanzadas" con otras empresas para contribuir también a la producción de los ingredientes activos de la vacuna, lo que podría ayudar a responder a la altísima demanda que han recibido Pfizer y BioNTech por su antídoto para la pandemia.
El uso de la vacuna ya fue aprobado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y por otros 50 países, entre ellos Chile, que comenzó la vacunación con la fórmula el pasado 24 de diciembre y ya ha inoculado a más de 56 mil personas con la primera dosis.
