La distancia física, una de las medidas clave para reducir los contagios, es casi imposible de aplicar en el transporte público a ciertas horas del día.
Aton (Imagen referencial)
Tan importante como el uso de mascarillas y el lavado de manos frecuente para reducir el riesgo de contagio por covid-19 es mantener la distancia física. Una variable que en el transporte público es casi imposible de aplicar a ciertas horas del día. De allí que implementar una política de ingreso escalonado al trabajo, que permita extender los horarios punta y reducir las aglomeraciones, pueda ser de gran utilidad. Según un reporte elaborado por investigadores del Instituto de Sistemas Complejos de Ingeniería (ISCI), una medida de este tipo puede significar, en promedio, seis personas menos por bus o carro del metro en horas punta. Es decir, un 13% menos de hacinamiento. "Ese porcentaje puede llegar al 30% o 40% en algunos recorridos, permitiendo mantener el distanciamiento físico recomendado por los especialistas", precisa Franco Basso, académico de la UCV, investigador del ISCI y uno de los autores del estudio.
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