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Un servicio que no deja de ser solicitado: Cómo han funcionado los salones de belleza durante crisis del coronavirus

Cuatro centros dedicados al cuidado del cabello, las manos y el maquillaje, relataron sus experiencias y las formas en que han enfrentado estos días, en que muchos han tenido que cerrar y continuar de forma virtual.

15 de Abril de 2020 | 09:36 | Por María José Hermosilla, Emol
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Cortesía Daniela Forno y Catalina Calleja.
Una de las consecuencias que han traído las medidas de cuarentenas preventivas y obligatorias en varias comunas del país, ha sido la necesidad de empezar a realizarse las rutinarias prácticas cosméticas en las casas. Cubrirse el crecimiento de las canas, arreglarse las uñas y los tratamientos para la hidratación del pelo son algunas de estas, las que pasaron de estar en manos de los estilistas a ser llevados a cabo con la guía de tutoriales en redes sociales.

"Ya que muchas de ustedes se encuentran solicitando su hora para esta semana, debido a que se alzó la cuarentena en Providencia, lamento informarles que no abriremos ya que no nos sentimos seguros", fue la última publicación de un centro de tratamiento para manos y pies, que opera en Providencia y Las Condes, en la que se vio reflejada la necesidad de las personas de un servicio que no es indispensable en estos tiempos.

Al parecer, los tratamientos de belleza siguen estando dentro de las prioridades para muchos a pesar de la situación, y los mismos centros de belleza lo saben. Es por esto que la mayoría se ha tenido que adaptar a la contingencia y poder ayudar a sus clientes desde nuevas plataformas que antes nunca hubiesen pensado que tendrían que utilizar.

Josefina Correa, dueña de la peluquería Josefina Correa Beauty, ubicada en Vitacura, es una de las que debió adaptar su negocio y crear el contacto con sus clientes frecuentes a través de su cuenta de Instagram, ya que desde el pasado 19 de marzo mantiene las puertas de su salón cerrado.

Correa cuenta a Emol que a raíz de la petición de sus clientas, ha aprovechado de dar consejos y hacer tutoriales en Instagram, además de dar clases de maquillajes tal como lo hacía cuando tenía la peluquería abierta. "Me ha gustado la idea de que puedo llegar a mucha más gente", añade.

Sin embargo, explica que las que han estado más complicadas son las "clientas con canas". "El pelo crece entre 1 o 1,5 centímetros al mes, por lo tanto en 40 días varias tienen casi dos centímetros de canas. Algunas me han pedido ayuda y les mando kits de canas a sus casas", señala.

A pesar de las medidas que ha implementado, no deja de lado lo difícil que ha sido este último período tanto para ella como para el rubro en general. "Nosotros, y cualquier negocio que hace prestación de servicios, nos hemos visto muy afectados, ya que no podemos vender el corte de pelo online. No puedo hacer nada de mi trabajo sin estar en contacto con la persona", indica Correa.


Uno de los tutoriales realizados en redes sociales. Crédito: josefinacorrea.beauty / Instagram

Por otro lado, Catalina Calleja, administradora de las peluquerías Lucía Labra, con locales en Las Condes, Providencia y Lo Barnechea, cuenta que se empezaron a preparar desde antes que pusieran las cuarentenas obligatorias en las comunas donde tienen sus salones y empezaron a ofrecer a sus clientas un "kit de color para canas", junto con un tutorial grabado. "Hubo muchas que los vinieron a buscar", indica, agregando que también se dio la opción de enviarlos con una empresa de transportes a las casas de cada una.

Además, Calleja cuenta que Instagram ha sido fundamental en este tiempo. "Hemos abarcado clientas nuevas, quienes mandan sus fotos, se les arma un kit de color y se les despacha. También se abrió la oportunidad de nuevas clientas. Instagram ha sido una tremenda herramienta en estos momentos para nosotros seguir de alguna forma haciendo caja", añade.

Kit de canas. Crédito: Cortesía Catalina Calleja.

Por otro lado, Daniela Forno, directora de Pigmento Makeup Studio, ubicado en Vitacura, quienes se dedican a realizar clases de automaquillaje, servicio de maquillaje y peinado y cursos para empresas o cumpleaños, cuenta que la pandemia les ha afectado mucho al negocio, pero que han tenido que adaptarse a realizar clases virtuales, las que imparten a un menor precio que las presenciales.

"Pedimos una foto de la persona que vamos a asesorar, una foto de los productos que tienen y si les falta algo las asesoramos en lo que deberían tener, cosa de que para la clase tengan los materiales completos", explica la directora, agregando que se han enfocado en fortalecer sus redes sociales, haciendo tutoriales en vivo y clases, para en un futuro poder ofrecer a más seguidores sus cursos y servicios.


Crédito: Cortesía Daniela Forno.

Otro caso similar es el de Paloma Suzarte, creadora de la peluquería Solo Para Muñecas, ubicada en Providencia y Vitacura, quien decidió cerrar sus salones tres días después de que se registrara el primer caso de coronavirus al país. "Nadie se quería arriesgar", indica.

A diferencia del resto, Suzarte cuenta que el uso de redes sociales bajó en este período, pero que, a pesar de no hacerlo con la frecuencia que se hacía en tiempos normales, continuaron respondiendo dudas a sus clientes en la plataforma.

Respecto a las tres semanas que estuvo cerrada la peluquería, Suzarte cuenta que le afectó mucho al negocio. "Estuvimos tres semanas sin recibir ingresos, ni los trabajadores ni nosotros, fue súper complejo", indica. Sin embargo, este martes volvieron a abrir su local ubicado en Providencia y esperan, paso a paso, retomar las labores con las medidas de seguridad para todos.

Qué pasará en el futuro


Correa cuenta que ya está tomando medidas de higiene, como compras de mascarillas faciales, protectores de mica y desinfectantes, para poder en algún momento volver a trabajar con sus clientes. Por el momento, está tomando horas, pero sin fechas por lo que las pone en una lista de espera y a medida que se pueda abrir el local podrán ir siendo atendidas. "Las clientas están desesperadas, les encanta venir a la peluquería cada 15 días o incluso una vez a la semana. Es un tiempo de relajo, lo único que las saca de la rutina", añade.

Por su lado, Calleja indica que dos de los salones ya están abiertos en las comunas donde se levantaron las cuarentenas, pero que todas las clientas entran con mascarilla, están separadas a un metro y medio mínimo, y cada una llega con hora pedida con anticipación. "Tenemos un rociador de desinfectante que se les aplica a los pies cuando entran y las que no tiene guante o mascarillas, nosotros les damos", añade.

Por su parte, Forno indica que no cree que abran antes de julio o incluso agosto. "Todo nuestro trabajo es muy de cerca, es muy difícil maquillar a alguien a más de un metro, imposible. Las clases se podrían hacer presenciales, manteniendo una distancia, pero yo creo que la gente está más reacia a salir de sus casas", concluye.