SANTIAGO.- Mientras quienes votaron por el Presidente electo Gabriel Boric saborean la victoria, los electores de José Antonio Kast mascullan a estas alturas una sensación parecida a la derrota y a la frustración. "Siempre hay un duelo, tanto en el votante como en el candidato derrotado", apunta el sociólogo de la Universidad de Chile Octavio Avendaño.
Esta sensación puede verse aumentada considerando que fue una campaña polarizada; con una fuerte influencia de las redes sociales, donde suelen abundan los comentarios viscerales y las burlas.
¿Cómo los partidarios del candidato vencido pueden afrontar este impacto emocional que les provoca el resultado de la elección?
Alejarse de las RRSS y "volcarse a objetivos personales"
El psicólogo deportivo Rodrigo Cauas explica que el primer impulso de las personas suele ser criticar y atribuir la derrota a factores externos. "Nuestro cerebro tiende una tendencia natural a culpar siempre al entorno, a las instituciones, a las personas, a echarle la culpa al árbitro", señala. Dice que esto se puede expresar, en un principio, en ideas como: "este país tiene el Presidente que se merece, son los electores los que se equivocaron; también se va a culpar a los que no fueron a votar, hay mucha atribución causal externa".
"Muchas personas logran neutralizar esta frustración de la derrota volcándose a objetivos individuales, hacia el mundo interno. Eso puede ayudarte en un primer momento, pero eso en el tiempo no es muy conveniente porque nos hace convertirnos en una sociedad individualista y finalmente no volvemos a construir cosas colectivas"
Rodrigo Cauas, psicólogo deportivo
Lo contraproducente de esa actitud es que "cuando una persona siente que ha perdido por culpa de factores externos, la posibilidad de asimilar bien la derrota va a estar mucho más lejos, porque la impotencia y la frustración es más alta". Por eso, un primer paso es ser autocrítico e intentar buscar las razones que llevaron a la derrota en el lado propio, porque eso devuelve la sensación de que está en ellos mismos incidir en que el resultado pueda ser diferente en un futuro.
El experto también comenta que "una forma eficaz de sobrellevar" una derrota de este tipo "es volcarse hacia los objetivos individuales". "Lo que normalmente pasa cuando hay decisiones globales en yo tuve un porcentaje (de incidencia) en esa decisión, es que me vuelvo a centrar en mis cosas, vuelvo a pensar en mis objetivos personales", señala.
Explica que eso se debe a que "el cerebro es egoísta, funciona de manera muy egocéntrica; entonces en este tipo de situaciones el cerebro dice 'ya ok, hiciste una acción para el país, no resultó, listo, volvamos a nuestra esencia, volvamos a pensar en lo que tú necesitas lograr, en tus objetivos personales', y uno tiende a volverse hacia adentro". Dice que de ese modo "muchas personas logran neutralizar la frustración de la derrota, de haber votado y no haber ganado, entonces se vuelcan hacia su mundo interno".
El psicólogo explica que esa estrategia "es óptima para neutralizar (la frustración) en un primer momento". Sin embargo, advierte que "si se mantiene mucho en el tiempo se vuelve un problema, porque hace que nos convirtamos en sociedades individualistas, muy pensando en cada uno y, finalmente, no construimos cosas colectivas".
En su opinión, una mejor manera de canalizarlo, a la larga, "es pensar en cómo puedo seguir aportando al país", a pesar del escenario político adverso. "Después de un tiempo vuelven a generarse proyectos nuevos, partidos nuevos, ideas nuevas...".
En ese sentido, cree que el candidato ganador de la elección "debiera ofrecerle al país, posterior al triunfo, una visión un poco más optimista del futuro, una visión más integradora".
Otro consejo es tomar distancia y no exponerse a las redes sociales, al menos en los días inmediatamente posteriores a la elección, pues "potencian la tendencia del cerebro a ser negativo".
Efecto del "voto prestado": "Hay sectores que ya se habían resignado"
Por su parte, Octavio Avendaño, académico de Sociología de la Universidad de Chile, explica que "es normal que haya personas que se sientan dolidas y frustradas" después de la elección; y hace ver que mientras más estrecho es el resultado, más difícil es aceptarlo.
También señala que, dado lo polarizada que fue esta segunda vuelta, quienes resultaron vencidos pueden sentirse incluso más frustrados que en una elección más convencional.
"Va a ser un sector menor del electorado (el que se sienta más afectado), porque hay otros sectores que ya se habían resignado a tener que votar por un mal menor, y ellos no lo van a sentir tanto como quienes respaldaron a esa candidatura desde el primer momento"
Octavio Avendaño, académica Sociología Universidad de Chile
No obstante, cree que esta vez "habrá menos gente afectada en términos emocionales", dado el fenómeno del "voto prestado", esto es, "que hay sectores que no son tan cercanos a la candidatura, pero votaron en contra de la otra candidatura".
"Va a ser un sector menor del electorado (el más afectado), porque hay otros sectores que ya se habían resignado a tener que votar por un mal menor, y ellos no lo van a sentir tanto como quienes respaldaron a esa candidatura desde el primer momento", afirma.
Comenta que "también hay que considerar la época del año en que estamos: Viene la Navidad y la gente está preocupada de eso también, entonces lo más probable es que en los próximos días esa sensación de frustración vaya dejándose de lado, y la gente vaya volcándose a cosas más personales y familiares también".
En tanto, en marzo próximo, cuando asuma el nuevo Gobierno, cree que es probable que las personas estén más abiertas a darle chances al nuevo Mandatario, pues explica que eso "suele ocurrir durante los primeros meses de un Gobierno", aunque también eso "va a depender de cómo sea el estilo" del nuevo gobernante.