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Erik Zabel gana una vez más la prueba Milán-San Remo

Ya es la cuarta ocasión en que el pedalero alemán se impuso en la primera prueba de la Copa del Mundo, en lo que fue la 92a versión de la competencia. Zabel superó a Mario Cipollini (Italia) y Romans Vainsteins (Letonia), los otros favoritos.

24 de Marzo de 2001 | 17:33 | EFE
SAN REMO.- El alemán Erik Zabel, del equipo Deutsche Telekom, ganó hoy la 92 edición de la clásica ciclista Milán-San Remo, primera prueba de la Copa del Mundo, al imponerse al esprint a un amplio grupo.

El gran favorito de la prueba, que ya había ganado en tres ocasiones anteriores, dio la razón a los que le consideraban el hombre a batir y consiguió hacer valer su poderoso final para superar al italiano Mario Cipollini (Saeco) y al letón Romans Vainsteins (Domo), campeón del mundo de fondo en carretera.

Sin embargo, el esprint final se vio alterado por una caída masiva a falta de trescientos metros para la meta, en la parte superior del grupo, ya lanzado y en la que se vieron involucrados unos veinte corredores, entre ellos Konychev, Van Petegem y Stefano Zanini.

Se esperaba con interés esta prueba clásica del calendario ciclista, que cuenta con el añadido de que es la que abre la Copa del Mundo, que contará con diez carreras.

Con 287 kilómetros de recorrido, la Milán San Remo apenas contó este año con novedades, más allá de la supresión del Paso del Turchino.

En la salida se presentaron 193 corredores de 25 equipos, entre ellos los españoles ONCE, Kelme-Costa Blanca, Euskaltel y Banesto, a los que se unen la mayoría de los integrantes de la escuadra francesa Festina.

El protagonismo durante gran parte de la prueba corrió a cargo de cuatro hombres: el ucraniano Sergey Matbeyev, el sueco Martin Rittsel, el checo Milan Kadlec y el español David Latasa (Banesto), que marcharon escapados durante más de cien kilómetros.

Aunque llegaron a contar con diez minutos de ventaja a mitad de la prueba, la falta de entendimiento entre ellos y el ritmo de caza que impuso el Mapei terminaron por abortar la escapada.

A falta de casi treinta kilómetros, el gran grupo superó de manera compacta y sin problemas la Cipressa, una subida de casi seis kilómetros con rampas de hasta el seis por ciento que sirvió como aperitivo para el ya legendario Poggio, que en otras ocasiones ha sido el punto decisivo de la carrera.

El Poggio es una subida de casi cuatro kilómetros, con desniveles de hasta el siete por ciento y que está a cinco kilómetros de la meta, por lo que es un lugar donde los que están con fuerzas suelen probar fortuna y buscar una escapada.

Sin embargo, en esta ocasión no fue así, y el italiano Michele Bartoli encabezó al numeroso y estirado pelotón, que en la bajada se reagrupó, al olor ya de lo que se suponía un esprint masivo.

Luego llegó la caída, con el grupo a toda velocidad, y el ataque de Mario Cipollini, pero el veterano ''rey León'' se quedó de nuevo con la miel en los labios, ya que fue superado en los últimos metros por Erik Zabel, ganador en San Remo en 1997, 1998 y 2000 y segundo en 1999.

La cuarta victoria en esta clásica italiana permite al corredor del Deutsche Telekom convertirse en el primer líder de la Copa del Mundo, que ya ganó el año pasado y que pretende revalidar en esa temporada.

Tras la Milán-San Remo, la próxima prueba de la Copa del Mundo será el domingo 8 abril con motivo de la Vuelta a Flandes, en Bélgica.
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