SANTIAGO.- Próximo a cumplir 36 años, el futbolista chileno Iván Zamorano asegura que todavía no siente pereza de madrugar para los entrenamientos y que le sigue sacando gusto al juego, aunque admite que la hora del retiro no está muy lejana.
Zamorano, el gran referente del fútbol chileno de los últimos años, se recupera por estos días en su país de una lesión que lo tiene al margen de su equipo, el América de México, lo que le permite hacer una pausa y pensar en lo que le deparará el futuro sin los botines puestos todos los días.
Aunque las noticias hablan de ofertas de equipos estadounidenses, japones y árabes, incluso de sus antiguos clubes Inter de Milán y Real Madrid, que lo pretenderían como empresario, Zamorano nunca ha ocultado que quiere seguir jugando, y que desea cerrar su ciclo vistiendo la camiseta de Colo Colo.
Para el delantero ese es un reto desde que su padre, que murió sin verlo triunfar en los estadios, le dijo que tenía que ser futbolista profesional y artillero del equipo albo, el más popular del país.
"Mi prioridad es jugar por Colo Colo. Tengo ofertas de Estados Unidos, de Emiratos Arabes, de Japón. Si tuviera diez años menos, agarro mis cosas y me voy a cualquiera de esos países a ganar plata. Pero ya me cansé de armar y desarmar casas. Chile, en cambio, me ofrece la posibilidad de jugar por Colo Colo y de radicarme definitivamente en el país", dijo al diario Las Ultimas Noticias.
El delantero, que ha ganado buen dinero y lo ha sabido invertir, considera que su futuro económico está asegurado, y hasta se da el lujo de decir que el signo pesos en un eventual contrato con Colo Colo es lo que menos le importa.
"Si de mí dependiera, me vengo a ojos cerrados. La voluntad de ambas partes existe, pero también tienen que darse otras condiciones", añadió al mismo diario, sin entrar en detalles sobre lo que ha conversado con los directivos del "Cacique", equipo declarado en quiebra a comienzos de este año.
Zamorano sufrió una distensión de ligamentos en la rodilla derecha que lo mantendrá sin jugar al menos durante tres semanas más. Y aunque pensaba regresar esta semana a Ciudad de México, prolongará su estadía hasta la próxima porque el tratamiento de la lesión en su rodilla derecha no evoluciona según lo previsto.
El delantero, quien tenía previsto retornar mañana a México, aprovechará su permanencia para asistir al partido de tenis entre Marcelo Ríos y Fernando González y el domingo al clásico Colo Colo-Universidad de Chile.
Su futuro no está claro
Aunque muchas veces no ha ahorrado los agradecimientos por la forma en que ha sido acogido en México, el jugador admite que algunas veces se siente solo y que entre sus planes también está ser esposo y padre, pero que eso será en Chile y con una chilena.
Considerado como uno de los solteros más codiciados del país, Zamorano vivió romances que lo trasladaron con frecuencia de las secciones deportivas a las de la farándula en los medios de prensa, pero aún no ha encontrado a la mujer de su vida.
A pesar de su deseo de volver a Chile, los rumores indican que a Zamorano no le disgusta la idea de convertirse en empresario del Inter o del Real Madrid, los equipos de mayor envergadura por los que jugó en Europa.
El Inter espera tenerlo como una especie de representante en América Latina, lo que implicaría muchos viajes para observar a juveniles, en tanto que los del Real estarían pensando en trasladarlo a Madrid para buscar jugadores en Europa.
Según las versiones de prensa, el América mexicano también lo tiene en sus planes para que sea entrenador, dirigente o conductor de televisión en la cadena Televisa, dueña del club.
La carrera de Zamorano empezó en el modesto Cobresal (1985-88) y siguió en el Saint Gallen suizo (1988-90), el Sevilla de España (1990-92), el Real Madrid (1992-96) y el Inter de Milán (1996-2001), hasta llegar el año pasado el cuadro amarillo de México.
