Van Moorsel pedalea hacia el oro en la contrareloj.
VOULIAGMENI.— Tres días después de haber sufrido una aparatosa caída en la prueba de ruta, la holandesa Leontien Zijlaard Van Moorsel sacó a relucir su estirpe y revalidó su título olímpico en la contrareloj, su competencia favorita.
La tricampeona olímpica en los juegos de Sydney compitió con magulladuras por casi todo su cuerpo, pero pedaleó como en sus mejores tiempos para tramitar en 31 minutos y 11.53 segundos el recorrido de 24 kilómetros.
La holandesa superó por 24.09 a la estadounidense Deirdre Demet Barry, que se quedó con la medalla de plata. La suiza Karin Thuerig atrapó el bronce con un retraso de 43.36.
Zijlaard Van Moorsel figura entre las favoritas para llevarse un segundo oro en la modalidad de persecución individual el fin de semana en el programa de ciclismo de pista. Esa prueba marcará la despedida en Juegos Olímpicos para la deportista de 34 años.
"Por un momento pensé que tendría que retirarme"
Zijlaard-Van Moorsel aseguró tras revalidar el oro de la prueba contra el crono que, por un momento, pensó que iba a tener que retirarse.
"Despúes de los diez primeros kilómetros empecé a sentir un terrible dolor de cabeza. Me asusté mucho porque pensé que iba a tener que retirarme. Creía que me iba a estallar la cabeza, era una dolor que no había sentido nunca y no era capaz de reconocer", explicó la corredora europea.
Van Moorsel reveló que tenía "muchas dudas antes de empezar la carrera", tras el accidente que sufrió en el Gran Fondo. "Tenía muchas dudas y decidí cambiar de bicicleta, pero se lo comenté a mi marido -que es su entrenador- y sólo cambié la rueda delantera de la bici que pensaba usar desde el principio", apuntó la holandesa, quien confesó que obtiene "muy buenos resultados" cada vez que compite cuando atraviesa el periodo de menstruación.
Van Moorsel dijo que "ahora toca disfrutar esta medalla porque los ya están hechos después de haber ganado el oro" y el domingo pasado pensaba que no iba a poder "correr la contrarreloj".
"Esta es la recompensa a todo el trabajo que he hecho para preparar los Juegos. He estado subiendo todos los días en Sierra Nevada con 45 grados. Esto recompensa todo ese trabajo, hace que haya servido para algo. Mis padre, mi madre, mi hermano y los amigos que han estado aquí me han dado mucha fuerza", aseguró la campeona de la prueba de contrarreloj de los Juegos atenienses.
