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Amenaza de bomba detiene partido del Real Madrid

El estadio Santiago Bernabéu debió ser despejado en su totalidad cuando finalizaba el encuentro por la liga española ante la Real Sociedad.

12 de Diciembre de 2004 | 16:46 | Agencias
  • Fotorama


    No es la primera vez
    El estadio Santiago Bernabéu ya había sido escenario de una alarma terrorista en otras ocasiones. El 1 de mayo de 2002, antes del partido Real Madrid-Barcelona por las semifinales de la Liga de Campeones, explotó un coche-bomba colocado por ETA frente al recinto madridista, que causó 17 heridos, todos de carácter leve, lo que no impidió el desarrollo normal del encuentro.

    Además, el estadio madridista figuraba como uno de los objetivos que aparecían en la documentación intervenida a los detenidos en noviembre pasado, en la segunda fase de la "Operación Nova", que formaban una célula islamista dispuesta a tomar el relevo de la que pretendía atentar contra la Audiencia Nacional española.
    MADRID.- El estadio Santiago Bernabéu debió ser despejado en su totalidad durante el encuentro que sostenía el Real Madrid frente a la Real Sociedad por la liga española, debido a una amenaza de bomba realizada en nombre de la ETA.

    Cuando corrían 43 minutos del segundo tiempo y la cuenta se encontraba igualada 1-1, el árbitro del partido, Vicente José Lizondo Cortés, corrió rápidamente al borde del campo para atender un aviso urgente. Tras recibir la noticia de la amenaza, el juez pitó su silbato para terminar las acciones y los jugadores rápidamente se retiraron del césped.

    Poco después, los cerca de 70 mil hinchas que se encontraban en el recinto madrileño en cosa de minutos dejaron desiertas las tribunas, luego del aviso de desalojo hecho a través de los megáfonos. Incluso para permitir la salida más expedita de los espectadores, se autorizó la apertura del campo de juego como vía de escape.

    Luego de la salida de los hinchas, que tardó alrededor de 15 minutos, Policías Nacionales y Guardias de Seguridad se encargaron de registrar las aposentadurías del estadio, en busca de algún paquete sospechoso. Después de completar la tarea, se le concedió permiso a los jugadores y cuerpo arbitral para retornar a los vestuarios del estadio. La policía además dispuso como medida preventiva el cierre del tráfico en todo el perímetro del estadio.

    La alerta fue provocada por un llamado anónimo, cuyo autor se identificó como miembro del grupo separatista ETA, al diario vasco Gara, en el que anunció que un artefacto explotaría a las 21:00 horas locales (17:00 de Chile) en el Santiago Bernabéu. Inmediatamente se dio aviso a la Ertzaintza (policía autónoma del País Vasco), que comunicó al Ministerio del Interior y a los distintos cuerpos y fuerzas de Seguridad del Estado español.

    "Falsa alarma"

    Pasadas las 21:00 horas, ninguna explosión se produjo dentro del estadio ni en sus inmediaciones. La policía halló unas 18 mochilas abandonadas en las tribunas, pero en ninguna de ellas se encontró material explosivo.

    Los agentes de seguridad optaron por terminar la búsqueda y calificar la tensa jornada en el Santiago Bernabéu como de "falsa alarma".

    En declaraciones ofrecidas a la Televisión Española, el propio presidente de la institución madrilista, Florentino Pérez, dijo que "todo parece indicar que ha sido una falsa alarma". El directivo además felicitó a los cuerpos de seguridad y destacó el orden con el que fue llevado a cabo el desalojo.

    Terror entre los futbolistas

    "Nos hemos pegado un susto de muerte", dijo el volante Iván Helguera, del Real Madrid, ya fuera del estadio. Tanto nerviosismo existía entre los jugadores, que todos salieron a la calle aún vestidos con su indumentaria deportiva.

    El brasileño Roberto Carlos, aún incrédulo, comentaba a las radios españolas que "si me lo cuentan no lo veo". "Es una pena que en el fútbol ocurran estas cosas", agregó.

    "No hay que mezclar las cosas, el fútbol debe estar por encima de todas estas cosas", afirmó más calmado Guti.

    El técnico de la Real Sociedad, José María Amorrortu, aseguró que sus futbolistas están "muy afectados" y que para recuperar la calma viajarán esta misma noche hacia San Sebastián.

    "No estamos en condiciones de jugar mañana. El acta está cerrada y esperaremos para ver si se puede reanudar el partido o no se debe jugar", añadió.

    Antonio García Ferreras, director general de comunicación del Real Madrid, comunicó que los restantes minutos del partido se disputarán el próximo 5 de enero, aunque sin presencia de público.
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