SYDNEY.- Australia se marchó hoy con ventaja de 1-0 sobre Argentina en Sydney tras la primera jornada de los cuartos de final de la Copa Davis de tenis gracias a la victoria de Lleyton Hewitt sobre Guillermo Coria, y a que el choque entre David Nalbandian y Wayne Arthurs se suspendió por lluvia cuando dominaba el argentino.
Hewitt doblegó a Coria por 7-6(5), 6-1, 1-6 y 6-2 en la serie que se juega sobre hierba en el Sydney International Tennis Centre en un partido con los ánimos encendidos.
El número dos del mundo logró imponerse tras dos horas y 53 minutos de juego, lo que supuso la victoria 27 de Hewitt en 32 partidos de individuales en la Copa Davis.
El veterano Arthurs intentaba poner un 2-0 de ventaja para los australianos, pero el partido tuvo que ser suspendido por la lluvia cuando Nalbandian, finalistas en Wimbledon 2002, ganaba por 6-3, 7-6(8) y 5-7.
El partido se reanudará en el cuarto set este sábado por la mañana. Inmediatamente después, Arthurs también jugará el dobles junto a Hewitt frente al propio Nalbandian y Mariano Puerta.
Hewitt pudo batir a Coria después de reponerse de un
break en contra en el primer set. El argentino quebró a su rival en el quinto juego, pero Hewitt sacó su habitual espíritu guerrero, salvó otros cuatro puntos de quiebre y batió a Coria cuando ya servía para llevarse el primer set.
En el
tie break, Coria se puso con ventaja 5-4, pero tras 70 intensos minutos, el australiano se llevó la primera manga.
Coria se hundió y cedió el segundo set por 6-1 al perder tres servicios, pero se despertó y se anotó el tercero en apenas 28 minutos por 6-1.
Hewitt cerró el partido en el cuarto, cuando Coria, que hablaba constantemente con el juez de silla, el español Sergio Ramos, pedía la entrada del fisioterapeuta y se llevaba la mano a la ingle. Hewitt mantuvo los nervios durante las interrupciones y al culminar el partido se arrodilló dando a su país el primer punto de una polémica eliminatoria.
El partido se estropeó por el mal ambiente entre los dos países, cuyos jugadores ya chocaron en más de una ocasión, la última vez en el Abierto de Australia.
Con los agresivos gritos de "¡Come on!" (¡Vamos!) del australiano y los gestos imitándole de su oponente, la cancha rebosó mal ambiente. Se esperaba que estallara en cualquier momento y la profecía se cumplió tras el final del partido.
"En la cancha sentí como si me estuviera matando", dijo Coria. "Puede ser el mejor jugador del mundo, puede ganar todos los torneos, pero no se puede comportar de la manera que lo hace", se quejó el argentino.
"Insulta al capitán, a los otros jugadores, a todo el mundo, Preferiría no ganar nunca un torneo que ser como él", agregó rotundo.
Hewitt no se mostró preocupado por las acusaciones de Coria. "Si lo peor que hago es decir
come on, no creo que sea malo comparado con que se escupa en dirección del juez de silla cuando no se está satisfecho con la decisión y con que su capitán proteste continuamente", replicó.
"Al final del primer set trató de chocarse conmigo con la cadera y el hombro y se quejó todo el día", agregó sobre el capitán argentino, Alberto Mancini.
"Todo el mundo habla sobre deportividad y de que digo
come on, pero ellos salieron con la actitud de encararse conmigo", agregó.
"Eso no es algo muy inteligente, porque enciende más los ánimos y entonces yo quiero jugar más duro. Fue un inicio fantástico y estoy encantado de haber ganado por Australia", concluyó feliz.
Los jugadores argentinos se quejaron continuamente del estado del césped, sobre todo Mancini, mientras que Hewitt, por su parte, provocaba con sus gestos.
Mañana se reanudará una serie caliente, que promete emociones hasta el final.
