MADRID.- El técnico Vanderlei Luxemburgo se depidió hoy de la hinchada y dejó a un Real Madrid en estado de rebelión, donde cada minuto salen a la luz nuevos trapos sucios que siembran cientos de dudas sobre el futuro del equipo.
Luxemburgo se marchó con una sola crítica, muy velada, al club. "Pensaba que aquí se respetaban más los proyectos", dijo. El brasileño se fue solo, con la única compañía de los cinco ayudantes que se trajo desde Brasil y que también fueron despedidos.
Sorprendentemente, Luxemburgo fue uno de los pocos integrantes del club y de su entorno que no cargó contra el funcionamiento del Real Madrid, pues en los últimos días todos hablan, y muy mal, del club.
Por ejemplo, Roberto Carlos responsabilizó a los futbolistas españoles del despido de Luxemburgo. "Ya tenéis lo que queríais", le dijo el lateral a sus compañeros, según publica hoy el diario Marca en un confidencial.
En el mismo periódico, Helguera tampoco tuvo palabras muy amables para el entrenador despedido. "Ni nosotros le entendíamos a él, ni él nos entendía a nosotros", dijo el central español.
Antes, se produjo otro torbellino, que tuvo su epicentro en Brasil. Wagner Ribeiro, representante de Luxemburgo y de Robinho, tuvo palabras durísimas contra el club y los jugadores: "A Florentino Pérez le admiro y le considero un hombre de palabra, pero la culpa de la crisis es suya. El Real Madrid no tiene una plantilla equilibrada. No hay un suplente válido para Roberto Carlos, los dos laterales derechos son muy malos...".
Y añadió: "Hay un problema entre los españoles y los brasileños. Helguera, Guti y Raúl no se llevan bien con los brasileños y eso hizo difícil el trabajo de Luxemburgo". Robinho, su representado, le respondió poco después: "Tengo que hablar con él, se ha equivocado".
Arrigo Sacchi, director de fútbol del Real Madrid, también anunció su marcha esta semana y arrojó otra perla: "La idea de Pérez de fichar jugadores famosos es muy bonita, pero hay que fichar pensando en que sean profesionales y en que se sepan adaptar a los jugadores que ya hay".
Hasta Lorenzo Sanz, antiguo presidente del Real Madrid y enemigo irreconciliable de Pérez, aprovechó la ocasión para saltar a la arena. "Ahora somos galácticos, antes no; antes ganábamos títulos, ahora no... Algo ha cambiado. No sé si hay que ser equipo en vez de galaxia, dedicarse al fútbol en vez de decir continuamente que somos los mejores", declaró.
Y aunque parezca increíble, todo esto ha sucedido en apenas cinco días, los que transcurrieron desde que el Real Madrid comunicó la destitución de Luxemburgo hasta hoy, cuando el técnico brasileño se despidió de los empleados del club. Y da la sensación de que las nubres negras aún permanecen sobre el estadio Santiago Bernabéu.
