PARÍS.- El futuro del entrenador de la selección de fútbol francesa, Raymond Domenech, y la supuesta "rebelión" de sus jugadores mantiene hoy en vilo a toda Francia, un día antes del decisivo choque en Serbia por las Clasificatorias europeas al Mundial 2010 en Sudáfrica.
El capitán de los "bleus", Thierry Henry, desmintió anoche que hubiera habido un "motín" del plantel contra Domenech. "No hubo pelea", aseguró el delantero del Barcelona a través del canal "TF1".
Se trató, dijo Henry, de una "discusión constructiva". El diario "Le Parisien" había revelado el lunes que la rebelión tuvo lugar el viernes, antes del empate 1-1 de los "azules" en casa contra Rumania, resultado que dejó a Francia a cuatro puntos del líder, Serbia, y muy lejos de la clasificación directa a Sudáfrica.
En una charla técnica, Domenech le estaba reprochando a sus dirigidos la "desgana" que, a su entender, mostraban en los entrenamientos, cuando de repente -siempre según el diario- el capitán Henry tomó la palabra y lanzó un duro "contraataque".
"No tenemos estilo de juego, no tenemos una directriz, no tenemos identidad. Esto no puede seguir así", le espetó el delantero del Barcelona a Domenech.
Entretanto, las críticas contra el entrenador no cesan. Christophe Dugarry, delantero del equipo campeón del mundo de 1998, afirmó que Domenech manejó el equipo en los últimos 25 minutos del partido contra Rumania cáoticamente, "como un burdel".
"Fue un caos, parecía que nada interesaba", dijo Dugarry, criticando sobre todo los cambios hechos por el entrenador, quien sacó, entre otros, al "cerebro" Yoann Gourcuff.
El diario "Le Figaro", en su edición online, destacó que "sólo se habla de él" (Domenech). "Entre el escándalo sobre la pelea con Henry y las cuestiones sobre su futuro, el entrenador está en el ojo del huracán".
El deportivo "L'Equipe", mientras tanto, asegura que en la federación (FFF) aumentan las voces que exigen la cabeza de Domenech. Afirma el rotativo, además, que Domenech perderá probablemente su puesto si los franceses no consiguen los tres puntos en Belgrado mañana.
Francia tiene que ganar para conservar mínimas chances de llegar al primer puesto y evitar los partidos de repechaje que juegan los ocho mejores segundos.
Aún batiendo al líder y en caso de ganar sus dos últimos compromisos contra las Islas Feroe y Austria (ambos en casa), Francia tendrá que esperar a que los serbios pierdan algún que otro punto ante Rumania o en la visita a Lituania.
Aún no se sabe si Francia podrá contar en Belgrado con su astro Franck Ribéry, del Bayern de Múnich, ni con el defensor del Sevilla Julien Escude. Ambos sufrieron lesiones ante Rumania, aunque según la prensa francesa ambos están mejorando.
