Marcos Sebastián Pol en la apertura del marcador ante Everton.
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SANTIAGO.- En un vibrante partido, Santiago Wanderers se quedó con una nueva versión del clásico porteño luego de golear a Everton por 3-0 en un partido que estuvo marcado por las cinco cartulinas rojas que mostró el juez Enrique Osses.
En los ruleteros, se fueron expulsados Alex Von Schwedler, Orlando Gutiérrez y Francisco Dutari. En tanto, los de Valparaíso perdieron a Sebastián Méndez y Marcos Sebastián Pol. Muchas rojas para un partido que se vivió como un verdadero clásico.
Por otra parte, con el triunfo, válido por la fecha nueve del Torneo de Apertura, los caturros del técnico Ivo Basay sumaron su segundo triunfo consecutivo en el campeonato el que además los saca de la parte baja de la tabla.
De igual manera, el cuadro de Valparaíso cortó la negativa racha que hasta ahora registraban en duelos ante sus clásicos rivales en este 2013, año en el que habían caído en los tres partidos que se habían enfrentado ante Everton (3-0 en el Torneo de Transición, 2-1 y 2-0 por Copa Chile).
Sobre el partido, los pupilos de Ivo Basay comenzaron tomando ventajas en el dominio del balón, lo que fue propiciado en gran parte por la expulsión de Alex Von Schwedler cuando tan solo se jugaban 10 minutos.
Con los ruleteros en desventaja numérica, Wanderers se agrandó y fue así como a los 34’ Marcos Sebastián Pol puso las cosas 1-0 para los locales en el Lucio Fariña de Quillota.
Pero las cosas se podrían más negras para el cuadro de Viña del Mar, ya que en los descuentos de la primera etapa Pol volvería a desatar las celebraciones caturras tras poner el 2-0. Tras esa jugada, se iría expulsado el delantero por pegarle a un banderín.
En la segunda etapa el partido se seguiría ensuciando. A los 54’ Orlando Gutiérrez y Francisco Dutari se fueron a camarines en Everton y Sebastián Méndez vio la roja en los porteños.
Con la brega disminuía en cantidad de jugadores, Wanderers volvió a crecer y a los 74’, por intermedio de Oscar Opazo, los de Valparaíso cerraron el duelo al anotar el 3-0 que terminó por desatar la alegría en la hinchada caturra que vio cómo el cuarto clásico porteño del 2013 se quedó en Valparaíso.
