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Santiago: Viernes 19 de abril del 2024 | Actualizado 15:56
SANTIAGO.- Era un día como cualquier otro en octubre de 2009. Como todas las mañanas Gerson Zúñiga tomó su bicicleta y partió a entrenar, aunque el ciclista profesional jamás pensó que su regreso a casa tardaría mucho más de lo habitual.
Aquel año sufrió un grave accidente que lo tuvo al borde de la muerte y que lo dejó en condiciones similares a las que hoy se encuentra el multicampeón de la Fórmula Uno, el alemán Michael Schumacher.
"Iba camino a casa en mi 'bici' cuando a un conductor irresponsable se le soltó la carga y dio de lleno en mi cabeza. Tras eso quedé con consecuencias serias, en coma, algo parecido a lo de Schumacher, aunque al parecer yo tuve mejor suerte que él", recuerda junto a Emol.
Y da más detalles: "Se suponía que estaría cerca de seis meses hospitalizado y mi pronóstico era incierto, pero finalmente sólo estuve 12 días. Fue algo inexplicable, nadie supo cómo evolucioné tan rápido, fue un milagro. A los pocos días incluso volví a caminar".
El renacer...
El destino escribió una historia milagrosa para el temuquense y él no desaprovechó la nueva oportunidad que le dio la vida. Sólo dos años más tarde volvió a participar en la tradicional Vuelta a Chile. Y así siguió ganándole a la vida.
En 2013 obtuvo medalla de oro en el Campeonato Nacional de Ciclismo en Ruta organizado por la federación chilena. Precisamente su victoria le dio la opción de participar en el Campeonato Panamericano de México.
Pero antes de tener un año exitoso, Gerson tuvo que recuperarse con mucho esfuerzo de aquel grave accidente y así llegar a los grandes resultados, algo qe no le fue nada de fácil.
"Me costó volver, tenía mucho miedo. Cuando andaba en 'bici' por la calle y pasaban autos por el lado mío me paralizaba. Recién al año después que volví a andar pude superar ese trauma, pero fueron tiempos muy difíciles. Hoy todo es alegría”, confiesa.
Su mensaje
Tras debatirse entre la vida y la muerte, el sureño reconoce que tuvo un cambio de mentalidad y comenzó a valorar aún más cada cosa que hacía a diario.
"Cuando uno está cerca de la muerte cambia la visión de la vida, eso te enseña a crecer, eso me sirvió mucho para conseguir este gran logro hoy", asegura.
Y esa experiencia lo llevó a perseverar, a no rendirse y a la larga a conseguir frutos, tal como el que logró, después de tanto esfuerzo, el pasado fin de semana al quedarse con la corona de la Vuelta a Dalcahue.
El tiempo pasaba y sureño demostraba que ya le había ganado a la vida la carrera más importante y que ahora estaba triunfando en lo que más le apasiona, el ciclismo.
"Tras todo lo que pasé, me di cuenta que hay que vivir el día a día. Hay que vivir el presente sin mirar el pasado ni pensar en el futuro. Hay que hacer las cosas en el momento que se dan y siempre hacer lo que a uno le hace feliz”, entrega como mensaje este profesor de historia.
Hoy Gerson Zúñiga lleva 17 años en el mundo del ciclismo profesional. Hace cinco tuvo el grave accidente, pero eso ya no es más que “una anécdota” de su vida.
El destino le dio una nueva oportunidad, una que ya aprovechó en Dalcahue y que espera poder volver a repetir en un futuro no muy lejano, aunque avisa: “Vivo lo que pase hoy, no pensando en lo que pueda ocurrir mañana”.
