El tenista español Rafael Nadal junto al serbio Novak Djokovic.
AFP
MIAMI.- Van 40 enfrentamientos y continuará. La rivalidad entre el español Rafael Nadal y el serbio Novak Djokovic empieza a trascender los números para perfilarse como el gran duelo del tenis actual y futuro.
Todo empezó en unos cuartos de final de Roland Garros de 2006, continuó el domingo con la final de Miami y está lejos de terminar.
Con Roger Federer un peldaño por debajo de la excelencia que lo convirtió en leyenda y con el británico Andy Murray y sobre todo el argentino Juan Martín del Potro con problemas físicos, Nadal y Djokovic, uno y dos del ranking mundial, con 27 y 26 años respectivamente, se han repartido los últimos diez Masters 1.000.
"Es la mayor rivalidad que he vivido en mi carrera", admitió Djokovic tras ganar a Nadal el domingo el duelo número 40, con un balance de 22-18 para el español.
Los siguen en el ranking, cada vez más atrás, Ivan Lendl y John McEnroe, que se vieron las caras 36 veces.
"Esta rivalidad es fantástica para el deporte y para nosotros. Disfruto de cada partido", dijo el serbio.
El español, aún dolido por una derrota contundente, no fue tan diplomático. "Te gustan los retos, lo has dicho muchas veces. ¿Estás contento de que exista Novak?", le preguntaron. "No", dijo Nadal entre risas. "Me gustan los retos, pero no soy estúpido".
Misma pregunta luego para Djokovic, tan preciso en la devolución de saques como en la de respuestas. "¨Qué contestó él?", se interesó. "Yo voy a responder de forma diferente. Creo que los desafíos que he tenido en mi carrera me han cambiado de forma positiva como jugador. Por Rafa y Roger soy lo que soy". Respuesta de manual.
Nadal sufre más ante el serbio que ante cualquier otro y así lo expresa. Con el del domingo en Miami, Djokovic lleva tres triunfos seguidos en tres finales. En el recuerdo, las siete consecutivas que le ganó al español en 2011.
"Aquellas derrotas probablemente me motivaron a encontrar soluciones, a jugar más agresivo, a tratar de ser mejor jugador", afirmó Nadal antes de la final de Miami, cuando la derrota no le había afectado y aún veía el lado positivo de tener un rival tan duro.
El español revirtió aquel momento de 2011 y el año pasado ganó en Roland Garros, Montreal y en la final del US Open. Ahora parece que la balanza vuelve a inclinarse del lado de Djokovic.