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Ricardo Ariztía criticó intención de debilitar la imagen de los empresarios.

En su último discurso al mando de la Confederación de la Producción y del Comerio, Ricardo Ariztía repasó lo que fueron sus dos años al mando de la entidad, pero también los avances y retrocesos que ha presentado la economía nacional desde el comienzo de la crisis económica.

28 de Noviembre de 2002 | 19:32 | Mauricio Campusano, El Mercurio en Internet
SANTIAGO.- En lo que constituyó su último mensaje al mando de la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC), el presidente de la entidad, Ricardo Ariztía, expresó este jueves su preocupación de que por motivos políticos e ideológicos en los últimos años se ha pretendido debilitar la imagen de los empresarios.

El dirigente realizó su alocución en el marco del Encuentro Anual de los Empresarios, Enade, titulado “Ver la Luz”, cita en la que por una parte se pasó revisión de la actividad registrada este año, pero también de las perspectivas de crecimiento que presenta la economía nacional para el 2003.

En este marco, y con la presencia del Presidente Ricardo Lagos como orador final, Ariztía dijo que una de las tareas pendientes que dejó su ejercicio al mando de la CPC en estos últimos años fue el no haber logrado que la sociedad chilena valore el enorme aporte que realizan los empresarios al país.

“Nos preocupa, por el futuro del país, el que se desaliente el espíritu emprendedor y se pueda caer en una disminución de la cantidad de chilenos que estén dispuestos a iniciar una actividad empresarial, a asumir riesgos, y generar riqueza y empleo para el país”, dijo en una clara alusión crítica a la administración Lagos, en especial en lo referido a las políticas tributarias, laborales y de fiscalización que se han impulsado en los últimos dos años.

El dirigente, quien deja el mando de la CPC el próximo 12 de diciembre, repasó los principales aspectos de lo que fue su gestión en estos dos años al mando de ella, de las políticas sociales y pro crecimiento que ha impulsado el Gobierno, y de las cosas que a su juicio se deben hacer para retomar un crecimiento económico del 7%.

En un discurso que más bien tuvo un tono de moderación, en donde se resaltaron las cosas positivas y negativas en materia económica del Gobierno del Presidente Lagos, Ariztía criticó “el verdadero hostigamiento” que ejercen organismos fiscalizadores sobre la actividad empresarial y llamó a aplicar “la legislación en forma racional, prudente y equitativa”.

“Se nos fiscaliza a todos como si nuestro único interés fuera buscar formas de evadir o incumplir la ley”, enfatizó, tras lo cual pidió que “se impongan las sanciones con la convicción absoluta de que son procedentes”.

Siguiendo con esta línea, el líder de los empresarios detalló un grupo de factores que explican la delicada situación por la atraviesa la economía nacional, y si bien reconoció que esta responde al inestable escenario que se observa a nivel internacional, también recalcó que el Gobierno no ha ayudado mucho en salir con las políticas que ha impulsado en los últimos años.

“Hemos sido testigos de varias reformas al sistema tributario, todas las cuales han sido negativas para la inversión. Por otra parte, diversas políticas anti-inversión se han implementado en aquellos sectores pilares en la recepción de capitales externos, como las telecomunicaciones, la energía, el agua potable y la minería. Lo que se intentó hacer con la venta de la Disputada de Las Condes es un episodio que no se puede repetir”, señaló.

A ello, agregó, debe sumarse el hecho de que existe una versión distorsionada acerca de que las medidas pro crecimiento corren por un carril distinto de las sociales; y las diferencias que han surgido cuando Gobierno y empresarios se han sentado a discutir los articulados de diversos proyectos de ley.

“Frecuentemente descubrimos normas que no se habían anunciado y que surgen como una desagradable sorpresa, a través de la forma de un impuesto, una patente o cualquier otra carga para las empresas. Es aquí donde surgen las diferencias. Como consecuencia, se rompen las confianzas. Y cada ruptura va sumando, y se va acumulando y acumulando”, remarcó.

...Pero no todo es tan malo

Conciente de que Gobierno, empresarios y trabajadores deben aunar esfuerzos para retomar los niveles de crecimiento económico, y que en este sentido no sólo se puede criticar a La Moneda, Ariztía también elogió los aspectos positivos que ha logrado la administración Lagos en los casi tres años que lleva en el poder.

Así, por ejemplo, mencionó la apertura al exterior que ha tenido la economía nacional, en especial con el acuerdo de libre comercio firmado con la Unión Europea (EU) y del nivel de las negociaciones que se llevan adelante con Estados Unidos en lo que dice relación con no perjudicar al país en las tratativas.

“Confiamos en que nuestro equipo negociador sabrá hacer frente a los imprevistos que han surgido recientemente en nuestra negociación con el país del norte. Por ejemplo, las exigencias que se nos hacen en materia de propiedad industrial van más allá de las que impone la OMC. Tenemos que ser firmes y no dejar que la ansiedad por firmar nos involucre en un acuerdo que, en definitiva, resulte perjudicial para el país”, señaló.

Así también, destacó la labor desempeñada por el ministro de Hacienda, Nicolás Eyzaguirre, y del prolijo manejo de las cuentas fiscales que éste y el Presidente Lagos han mantenido en momentos que arrecian presiones para aumentar el gasto fiscal. A ello sumó la labor que ha desempeñado el Banco Central en la lucha contra la inflación, y la apertura que ha tenido el mercado de capitales y las inversiones realizadas en infraestructura vial y de telecomunicaciones.

Las tareas pendientes

Al cerrar su participación, Ariztía hizo referencia a lo que a su juicio son los desafíos que están pendientes desde el punto de vista económico.

Así por ejemplo, el representante empresarial señaló que es necesario que todos los sectores sociales y políticos se convenzan de los beneficios de la economía social de mercado como único sistema para Chile; de la modernización del Estado y de la recuperación de los niveles de empleo mediante, entre otras cosas la flexibilidad laboral.

También dijo que el término de los aumentos de los costos a las empresas y de la sobrerregulación de la economía, como también el ejercicio de una fiscalización en base a la buena fe y el mejoramiento de la educación como el único instrumento para competir de igual a igual en los mercados internacionales, son factores básicos que el país debe desarrollar en un futuro próximo.
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