Agustín Molina y muerte de Diego: "Lo terrible es que no lo pude salvar"

SANTIAGO.- Sin poder contener la emoción, Agustín Molina narró hoy los dramáticos momentos que vivió junto a su hija Belén la mañana del 4 de noviembre de 2008, cuando el novio de la joven, Diego Schmidt-Hebbel, murió tras ser brutalmente atacado por un sujeto en la puerta de su casa, en calle Seminario.

Durante la tercera jornada del juicio oral contra María del Pilar Pérez, Molina relató que esa mañana, como todos los días, Diego estacionó su auto frente a la vivienda y tocó el timbre, para pasar a buscar a la joven.

"Belén me dijo 'chao papá' y se fue de la casa. Yo entré al baño, escuché gritos y un disparo (...) Me di cuenta que era por la escalera de la casa. Me puse los pantalones (...) y tomé un arma. Bajé las escales y veo a Belén tras la puerta que gritaba '¡Déjalo, déjalo!'", relató el padre de la joven.

Entonces vio a José Ruz sobre Diego "haciendo cosas extrañas", así que empujó la puerta y el sujeto comenzó a correr. "Traté de perseguirlo y, como pasaban autos, lo seguí por el frente y le gritaba: '¡Asesino, mataste a mi hijo!'".

Indicó que mientras huía, un muchacho trató de detener a Ruz, pero éste lo amenazó y siguió corriendo. "A mí no me dieron más las fuerzas y Ruz me sacaba mucha ventaja. A los gritos de Belén, volví corriendo a tratar de ayudarla", dijo.
 
Señaló que Diego yacía agonizando en el suelo, con una herida en el lado derecho del cuello y un corte profundo en el lado izquierdo de la cara. "Yo le ponía el dedo en el agujero y Belén trataba de reanimarlo. Nadie quería llevarlo al hospital porque estaba muy ensangrentado", relató.

Recordó que Belén le decía a su novio: "Resiste mi amor, no te vayas, abre los ojos" y que Diego "abrió un poco los ojos y le dijo 'tranquila'". "Yo corrí a buscar el auto y casi choqué. Lo iba a echar en mi auto y llegó la ambulancia, lo subieron y se lo llevaron", señaló. Dijo que su hija "quedó ensangrentada, estaba con un pantalón blanco".

Indicó que luego llegó la policía al lugar y, mientras estaba junto a Belén dando su primera declaración por lo ocurrido, un pariente lo llamó para avisarle que Diego había muerto. "No sabía cómo decirme que se había muerto en la posta", recordó Molina entre lágrimas y con la voz entrecortada. "Lo terrible es que no lo pude salvar", se lamentó.
 
Afirmó que entre el tumulto de vecinos que acudió al lugar tras lo ocurrido, nunca vio acercarse a María del Pilar Pérez.

Finalmente, durante su declaración ante el tribunal, el fiscal le preguntó a Agustín Molina si podía reconocer a María del Pilar Pérez en la sala y él le respondió: "Sí, me está mirando y está sonriendo irónicamente como hace siempre".