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Gabriela de piedra

Domingo, 19 de Noviembre de 1995
Ximena Chávez Velásquez

Gabriela de nieve. Gabriela Mistral. En medio de esa dualidad dura y suave que la caracterizaba, era capaz de amar con fuerza desbordante, y al mismo tiempo odiar sin piedad. Sensible, sufría con los avatares de la Primera Guerra Mundial: ``No puedo seguir mascando el pan de Jesucristo, mientras la crueldad de los hombres está matando a tanta gente y dejando a tantos niños huérfanos''. Estos últimos fueron uno de los pilares de su prosa poética, y de los que se preocupó durante toda su gestión educativa. Este año se cumplen cincuenta desde que recibiera el premio Nobel. Fecha que además ha servido para reinvindicar su nombre y trabajo, muchas veces olvidado. Un trío de españolas quiso hacer lo suyo a través de un documental sobre su vida y obra. Pero a falta de información y gracias al apoyo de Pro-Chile, se dejaron caer en el país para capturar la historia a partir de los recuerdos de quienes la conocieron o son amantes de su poesía. La de Lucila Godoy Alcayaga.

ENCLAVADA en las alturas de Montegrande, el 6 de abril de 1889 nacía Lucila Godoy Alcayaga. Sensible y llena de energía, la niña creció corriendo entre los ríos Elqui y Limarí, las calles de Vicuña y la pequeña escuelita en la que posteriormente ejercería docencia.
A pesar de la hermosa panorámica que la cobijaba, Lucila pasaba los días ensimismada en sus pensamientos, solitaria, callada, infeliz; desgracias que transformaba en cándidos versos infantiles, reflejo de sus ansias por transformar su realidad en oníricas y fantásticas reinas de papel.

Ya mayor, esas palabras dulces se trastocaron en denuncias de amores no correspondidos, en sufrimientos ajenos y propios, en injusticia social, también en muerte. Consecuencias todas que hicieron de su mirada luminosa un espejo endurecido, que al mismo tiempo derrochaba amor y preocupación por los más desposeídos, especialmente los niños.

No fue extraño entonces que del interior de Lucila fallecida en 1957 en Hempstead, Nueva York, emergiera la gran poeta que llevó por nombre Gabriela Mistral. Seudónimo que junto al de Pablo Neruda serían, hasta hoy, los únicos acreedores nacionales de sendos premios Nobel.

Justamente, este año se cumplen 50 desde que a la poetisa le entregaran el suyo en Estocolmo. Celebración de medio siglo que no sólo dio origen a una serie de eventos nacionales, sino que también despertó el interés internacional por rescatar la figura y obra de este valor de las letras.

Tal como le sucedió al trío de españolas formado por Alicia Martínez escritora, Elena Bastías concejala de Alzira en Valencia, y Giovanna Ribes productora independiente, quienes viajaron a Chile para descubrir in situ cómo fue la vida de Gabriela poetisa, datos que posteriormente se verán impresos en el documental que lanzarán en diciembre.

Para ello, no sólo se valieron de material escrito disponible, sino también de los aportes de quienes la conocieron de cerca y los "mistrálicos' de corazón.

Aquéllos que han mantenido el recuerdo al menos en sus mentes, en vista del olvido general. También en Chile.

En España existe muy poca información biográfica y literaria de esta autora. Está descatalogada en casi todas las editoriales y tampoco existen libros de ella en las bibliotecas públicas.

De ahí que su aporte sea al mismo tiempo una denuncia.

Ya hemos hablado con la televisión española acerca del contrato de venta.

Vamos a intentar lo mismo con la televisión chilena. Es una buena forma de reinvindicar la memoria de esta gran mujer.

ISOLINA REINA La génesis de este ambicioso proyecto surgió a partir de la obra de teatro escrita por Alicia llamada Poetas de Guardia .

En ella intervienen seis mujeres poetas, españolas y sudamericanas, cuya intención es la de demostrar lo caro que sale dedicarse a esa área.

Gloria Fuentes de cuya obra rescató el título para el espectáculo , Rosa Chacel y Rosalía de Castro son las representantes de las letras hispánicas, mientras que la cubana María Elena Cruz Valera y las chilenas Violeta Parra y Gabriela Mistral, las latinas.

Alicia:

La gente puede pensar que los poemas se escriben en los ratos libres... Por eso elegí a estas mujeres de vida intensa para que realmente dieran cuenta de la fuerza interior que llevaron. Son poetas que están como "de guardia', esperando que alguien las retome y lea porque quieren servir a la gente.

Esa obra resultó ser el pie para la preparación de monográficos de cada una de estas mujeres, idea que posteriormente se diversifica en un documental, además de la pieza de teatro.

Que Gabriela sea la elegida responde a especiales razones.

Elena: No conocía a Gabriela Mistral, pero un día Alicia me dice que lea cierto escrito y luego digo, Dios mío, es importantísimo que esta mujer salga, dónde están sus obras más importantes... De pronto se despliega una especie de amor.

Alicia: Hace varios años que la conocía. Al margen de su quehacer poético, me parece una persona apasionada, muy desconocida, comprometida con el momento que vivía. Creo que su labor social y diplomática fue importantísima, pese a que fue relegada de sus funciones.

Cuando el proyecto estuvo listo, lo presentaron ante la embajada de Chile en España. Les encantó.

Nos contactamos con Pro- Chile una asociación dependiente de la agregaduría comercial, la que decidió financiarnos la mitad.

La otra corrió por cuenta grupal. Giovanna:

La productora apoya los dos eventos culturales a través de una entidad bancaria. Dado que éstos últimos ya habían realizado otro trabajo con la Embajada de Chile en Madrid acerca del Chile antiguo, nos propusieron abordar el actual, conjuntamente con los personajes que entrevistamos.

Volodia Teitelboim, Fernando Reyes Matta, Estela Lorca, Raquel Olea, Luis Vargas Saavedra, entre muchos otros, que se suman a las figuras de Angel e Isabel, hijos de Violeta Parra.

También viajaron a Vicuña para hablar con Isolina Barraza, la única amiga que queda viva del Todas íbamos a ser reinas .

Tiene ya más de noventa, pero está muy lúcida. Ha hecho una especie de pequeño santuario para la poetisa, lleno de recuerdos y fotografías.

Además de todas las actividades que allí realizaron a nivel institucional como la visita al museo o la entrevista al alcalde, también fueron agasajadas por los niños del Liceo Lucila Godoy: les recitaron los poemas de Gabriela.

``Con ello, intentamos captar todos los ambientes en que vivió''.

En ese sentido, no olvidan de agradecer la ayuda del poeta y escritor chileno Jaime Quezada.

Ha sido fundamental porque de alguna manera nos indicó quiénes eran interesantes de entrevistar. Gratitud que asimismo sentimos por toda esa gente que nos acogió tan amablemente.

SIEMPRE EL DOLOR A través de las diversas entrevistas, la personalidad de nuestra Nobel fue apareciendo como una luz de fuente inagotable. No obstante las investigadoras sepan que ésta sea una historia inconclusa.

Es una persona fascinante, que nunca acaba y es difícil de descubrir en su totalidad. Nosotros sólo hemos dado simples pinceladas porque es una mujer demasiado compleja y adelantada para su época.

De ascendencia vasca, su pluma estilizada en cierto modo es consecuencia de un padre poeta y maestro de escuela, cuya labor a su vez fue ejercida por Gabriela cuando apenas tenía 16 años.

Desde 1904 y durante dieciocho, la poetisa enseña en escuelas rurales y luego en secundarias a lo largo de todo Chile, incluyendo la Patagonia. Epoca en las que además llegó a ejercer cargos direccionales en los liceos de Punta Arenas, Temuco y Santiago.

En 1935 se dedicó al periodismo: escribió en siete de los principales diarios latinoamericanos, en los que patentaba su singular prosa y sello personal.

Datos que seguramente forman parte del mundo conocido, y que de alguna forma contrastan con la veracidad y cuestionamiento de muchos de los hechos de su vida personal.

Sus escritos, sin duda, reflejan la magnitud de sus estados interiores, de la gran pena que inunda su corazón. La misma Gabriela lo hace saber en una nota autobiográfica: ``El pesimismo es en mí una actitud de descontento creador, activo y ardiente, no pasivo''.

Más aún, si en amores no fue correspondida. La prueba de ello fue su libro Desolación : las palabras que esgrime desesperada y connmovida frente al suicidio de Romelio Ureta, uno de los tres hombres que amó.

El primero fue Alfredo Videla Pineda, rico hacendado de La Serena, que en ese entonces tenía cuarenta años, veinte más que Gabriela. La poetisa lo describía como ``un hombre fino, de maneras exageradamente delicadas, amante de las cosas viejas y bellas. Tenía alma de anticuario''. El último, el poeta Manuel Magallanes Moure, a pesar de que también se le atribuyen sentimientos hacia el diplomático y poeta Jorge Hubner Bezanilla.

Según las investigaciones de las españolas, éstas fueron historias muy particulares.

De amores un tanto extraños que llevaba con los hombres, y a su vez, esa relación de cercanía que lograba con sus secretarias.

A Elena la impresionó la personalidad compleja de la escritora. ``No se puede encasillar como una persona tierna o dura, había en ella una dualidad de carácter. Amaba a los niños, y a su vez odiaba con pasión''.

De carácter muy firme, podía ser amable y cariñosa, y otras veces, dura de verdad. No perdonaba ni olvidaba.

También me llamó la atención ese amor-odio por su país. Dadas su obligaciones como cónsul y diplomática viajaba por muchos países, pero a la vez se encargaba de reinvindicar el amercanismo e indigenismo.

Tampoco tenía consideraciones hacia el protocolo. ``Los formalismos no le importaban para nada. No tenía ningún inconveniente para levantarse de un almuerzo o comida oficial, si los niños la estaban esperando''.

Giovanna medita acerca de su gran producción epistolar.

De todos sus recados... La verdad es que ella tiene una vida realmente participativa en lo que está sucediendo en ese momento. En estas cartas uno se puede enterar de lo que toma parte o no, de lo que le interesa, su vocación humana, su participacion política.

Alicia, autora también de cuentos infantiles, resalta su apego por el mundo de la infancia. ``Esos poemas son realmente preciosos, pero más aún, todas las gestiones que hizo en pos de revolucionarias reformas educativas''.

Esa preocupación por los niños, en parte se le atribuye al deseo de maternidad no cumplida. De ahí que muchos de sus poesías sean canciones de cuna, cantos a las madres, la esterilidad. Su sueño, en parte, fue resuelto por la llegada de Yin-Yin, hijo de un hermanastro desconocido. Sin embargo, el dolor vuelve a embargarla cuando él se suicida.

Otras temáticas abordan la religiosidad, poemas a Cristo, a la Virgen, al Angel de la Guarda, a Dios. Tampoco olvida la naturaleza, la cordillera, los valles... No obstante, el dolor suele inundar todos sus trabajos, sintiendo cada suceso con extraordinaria intensidad, que luego expresa en forma directa y bien primitiva.

Terminada esta exploración maratónica, Elena, Giovanna y Alicia se vieron insertas en una nube de sobreinformación. Lógicamente, tuvieron que readecuar los propósitos generales.

En todo caso, el documental de ningún modo perderá su lirismo primario.

La idea es que no se transforme en las típicas entrevistas doónde las personas sólo hablan. Nuestro propósito es que cada uno de los datos aportados sea un pequeño grano que en conjunto conforme la historia total.

Así el espectador podrá diferenciar las distintas percepciones que existen de la vida de Gabriela.

Y sobre todo, transmitir la esencia poética y espiritual de sus versos.

Que además de la tierra y su fe, la misma poetisa dice que fueron los grandes amores de su vida.

Al menos, los más fieles.

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