Para llegar al poder y estar muy cerca de lograr sus ambiciosos objetivos, Adolf Hitler se rodeó de una serie de colaboradores en los que repartió cuotas de autoridad. Todos ellos comparten características que los hicieron temibles a los ojos de sus enemigos y de los propios alemanes y sus acciones simplemente son consideradas como crímenes contra la humanidad.

Joseph Goebbels

No hay estudio sobre la propaganda que no mencione a Paul Joseph Goebbels, el más grande gestor de los éxitos que consiguió Hitler en el terreno de la persuasión a través de la comunicación de masas.

Goebbels nació el 29 de octubre de 1897 en Rheidt, Rheinland. Su padre fue un contador, Friedrich, y su madre se llamaba Marian. Aunque tuvo la inquietud de alistarse en el servicio militar para la Primera Guerra Mundial, fue rechazado por tener pie plano.

Al igual que todos los jerarcas del régimen, Goebbels integró el partido nazi. Lo hizo a partir de 1922. El inicio de su relación con Hitler no fue fácil, porque al comienzo rechazó que éste entrara al partido. Posteriormente cambió su postura y lo respaldó.

Su labor como propagandista llevó a que la mayoría de los alemanes se identificara con los proyectos de Hitler, objetivo que se vio reforzado por las dotes retóricas que tenía.

Una de sus frases favoritas era: “Una mentira que se repite mil veces llega a convertirse en verdad”.

Goebbels era doctor en filología de la Universidad de Heidelberg y llegó a ser ministro de Instrucción Pública y Propaganda.

Era un partidario de la guerra total y mantuvo convencido al pueblo de que el triunfo estaba asegurado, incluso cuando la derrota ya era una realidad ineludible. Una característica que lo unía con Hitler era el odio recalcitrante contra los judíos, por lo que se lo vincula con la Solución Final ideada por los nazis contra ese pueblo.

Poco antes de suicidarse, el Führer nombró a Goebbels Canciller de Alemania, pero no fue reconocido por los aliados. Como su líder, las circunstancias de su muerte quedaron sin aclarar. Pese a que se comprobó que murió envenenado con cianuro el 1 de mayo de 1945, hay versiones que sostienen que se dio un tiro.