Para llegar al poder y estar muy cerca de lograr sus ambiciosos objetivos, Adolf Hitler se rodeó de una serie de colaboradores en los que repartió cuotas de autoridad. Todos ellos comparten características que los hicieron temibles a los ojos de sus enemigos y de los propios alemanes y sus acciones simplemente son consideradas como crímenes contra la humanidad.

Martin Bormann

Su grado de cercanía con Hitler quedó en evidencia en el hecho de que fue el único jerarca nazi testigo de la boda del Führer con Eva Braun.

Nació en 1900 y se integró al Partido Nazi en 1925. Dentro de sus ocupaciones en el régimen, fue general de las temibles SS y también jefe de la Cancillería.

Entre 1941 y 1945, acumuló un poder inmenso, pues se convirtió en el fiel ejecutor de las órdenes de Hitler, y hasta el final fue uno de sus más estrechos colaboradores. Aunque hay algunas especulaciones sobre su destino final, se cree que murió al intentar abandonar Berlín cuando la capital ya había caído en poder de las fuerzas de ocupación soviéticas.