“Fue nuestra arma más afilada” dijo Joseph Goebbels –ministro de propaganda- para destacar la importancia que el Führer dio a la comunicación persuasiva para alcanzar el poder. Por Andrea Fuenzalida

Ejemplos de propaganda Nazi

Hitler hipnotiza a las masas

Max Amman, editor de su libro Mein Kampf dijo: “…veinticinco veces por lo menos durante una hora de discurso, repite implacablemente dos argumentos: el Tratado de Versalles y el problema de los judíos (…) esta incesante repetición no es sólo la expresión de una idea fija, sino la instintiva aplicación e un método (…) la masa sólo memoriza cuando le han sido repetidas mil veces las ideas más simples”.

Él mismo dijo: “Antes de la medianoche la sala estaba como electrizada. Aquello que siempre había sentido en mi interior, pero sin advertirlo, obtenía plena confirmación de la realidad: ¡Yo sabía hablar!

Bandera del Partido Nacional Socialista Alemán NSDAP

La bandera de fondo rojo tiene una cruz gamada o svástica situada al centro de un disco blanco. El mismo Hitler la diseñó: “Con el rojo tenemos la idea social de movimiento, con el blanco la idea Nacional Socialista; en la svástica, nuestra misión de luchar por la victoria del hombre ario”.

Película The Eternal Jew

Nada se compara al efecto persuasivo provocado por el cine. The Eternal Jew fue concebida para justificar la separación, exclusión y aniquilación final de los judíos.

En el film se presentan repugnantes ratas y se las compara con los judíos que, al igual que una plaga de roedores, debe ser exterminada.

Joseph Goebbels (discurso en 1934)

“El propagandista efectivo debe ser un maestro del arte de la oratoria, de la escritura, del periodismo del afiche o del panfleto. Debe tener el don para usar la mayor cantidad de métodos para influir la opinión pública como la prensa, la radio y las películas para servir a sus ideales y objetivos, sobre todo en una era de avance tecnológico…”

La lógica propagandista de Hitler

Hitler dijo:“Para obtener rápidamente un importante consenso entre la masa trabajadora éstos son medios infalibles. En las concentraciones copiar a los marxistas en el uso del color rojo más retumbante sobre volantes, escritos, fajas y servirse siempre de los parlantes más ensordecedores.

Ningún cuello blanco sino camisa de trabajo, para no intimidar a los obreros. Tratar a los opositores con la villanía más ostentosa de modo que la prensa adversaria -que de otro modo ignoraría nuestras asambleas- se vea obligada a hablar de nosotros”.