Eva Mendes, demasiado sexy

Eva Mendes, la sex symbol cubana-americana, la debilidad de miles de hombres alrededor del mundo quiso ser monja cuando niña. Ella nunca pensó que se convertiría en lo que ha llegado hasta ahora. Eva no pasa desapercibida por donde sea que camine, e incluso ha tenido que sobrellevar la censura de unas fotos para una campaña publicitaria por ser “demasiado sexy”. Su sensualidad despierta las pasiones a ese punto.   

La descendiente de latinos, nació el 5 de marzo de 1974 en Miami en “una grande, vieja, ruidosa y detestable familia cubana”, como ella los define irónicamente. Como hija de inmigrantes tuvo que enfrentar problemas económicos serios, por lo que tuvo que establecerse con su familia en un barrio de clase media baja. Con el tiempo, las disputas entre sus padres fueron una constante que los llevó a divorciarse. Ella, finalmente, se mudó a Los Angeles, junto a sus tres hermanos y su madre, que los crió en la religión católica.

De ella destaca su fortaleza y excelente rol como madre: “Ella sufrió mucho para hacer que mi vida estuviera OK”, ha reiterado en varias entrevistas.  

La familia se estableció en el condado de Glendale, lugar donde Eva trató de adaptarse de la mejor forma. En ese entonces, Eva llamaría la atención no por su atractivo, sino que una parte especifica de su cuerpo: sus dientes y por eso los niños de su escuela la llamaban “buck teeth” (dientes de conejo). 

Pese a las burlas, Eva tuvo un buen desempeño, en retribución al esfuerzo de su madre, y luego de asistir a la primaria Hoover High School ingresó a la California State University con la intención de estudiar marketing.

Mientras era una estudiante, Eva trabajó algunas horas y apareció en un pequeño film sin la intención de convertirse en actriz. Pero el tiempo le dijo lo contrario. Un vecino le había sacado unas fotos que llegaron a las manos de un agente en Hollywood, quien la convencería más tarde de probar suerte en la actuación. En ese entonces ya no llamaría la atención por sus dientes.

Finalmente, Eva dejó la universidad y optó por seguir una carrera actoral. Para eso entró a un taller de Ivana Chubbuck, una respetable coach de actuación y mentora de Eva hasta el día de hoy. Su debut en el cine sería en “Los chicos del maíz V: Campos de terror” (1998), una cinta que pasó sin penas ni gloria directo a las tiendas de arriendo de videos y también tuvo apariciones en videos musicales de Aerosmith y Will Smith, que sirvieron como ancla para que la reclutaran en “Día de entrenamiento” (2001), con Denzel Washington, el film que hizo despegar su carrera. 

El 2003 sería su año estelar con varias producciones que la catapultarían como la estrella latina hollywoodense que es. “Mas rápido, más furioso”, “El mexicano”, “A contrarreloj” y “Pegado a ti”, mostrarían su sensualidad despampanante y un talento en desarrollo.

Foto: AP
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