Clasificados según efectividad
La Organización Mundial de la Salud divide los métodos de planificación en tres grupos según la efectividad que registran en dos parámetros de medición.
● En el primer grupo es de los muy efectivos, ya sea tanto cuando son usados correcta y persistentemente y como cuando se usan comúnmente. Aquí se encuentran el implante subdérmico (bajo la piel) que libera las hormonas levonorgestrel o desogestrel; la vasectomía (cirugía que secciona los conductos que conducen el semen); los inyectables mensuales y trimestrales; esterilización femenina (ligadura o corte de las Trompas de Falopio); los dispositivos intrauterinos, DIU, con cobre o levonorgestrel (la T); y la píldora de progestágeno en el período de lactancia. Todos éstos tienen una tasa de fracaso de 0 a 1 por cada 100 mujeres en un año de uso.
● El segundo grupo es de los muy efectivos cuando los métodos son usados correcta y persistentemente y sólo efectivos como se usan comúnmente. En este grupo están la amenorrea (falta de menstruación en la lactancia); las píldoras orales combinadas que tienen estrógeno y progestágeno; el anillo vaginal (aro de goma de 5 cms. de diámetro que libera hormonas); y el parche (sobre la piel que libera hormonas). Aquí la tasa de fracaso es de 2 a 9 por cada 100 mujeres por año.
Las fallas en este grupo se dan habitualmente porque hubo un olvido en la toma de la ACO o se inició tarde su uso, mientras que en el caso del parche, éste excepcionalmente puede desprenderse. El anillo presenta como limitación, para algunas mujeres, su colocación por parte de la mujer, aunque se permanencia en la vagina por un período de tres semanas no genera problemas y no presenta ningún riesgo de que la penetración lo vaya a introducir más. Se ha observado que el parche y el anillo presentan mejores tasas de continuación que las píldoras (ACO).
● El tercer grupo es de los de alguna eficacia cuando se usan comúnmente y efectivos cuando se usan correctamente y persistentemente. Se ubican aquí el condón masculino y femenino; coitus interruptus; diafragma con espermicida; los espermicidas; y los métodos naturales, entre ellos el Billings. Las tasas de fracaso en este grupo son de 10 a 30 por cada 100 mujeres en el período de un año.
