El monstruo del Lagos
Viernes 13 de febrero de 2004

Sergio Lagos también es músico y enfrenta al "monstruo" de Viña: lleva tocando siete años con Marciano y tendrá siete minutos para tocar en el Festival.

Las estadísticas no mienten: la próxima actuación de Marciano será al mismo tiempo la más corta y la que más ha dado y dará que hablar. Después de siete años tocando, serán siete minutos en el escenario del Festival de Viña.

"Me la he tomado con una lógica súper tranquila", explica Sergio Lagos. "Hay tanta confusión ambiente acerca de qué cresta es Marciano. Porque uno puede entender, pero, no sé, la Carola Julio de S.Q.P. difícilmente entiende lo que es. E igual tiene que hablar de Marciano".

Lo que hay que entender es que Marciano es el dúo de música electrónica de Sergio Lagos y Rodrigo Castro, que partió en 1998, mucho antes de que Lagos fuera famoso como animador de "Protagonistas de la fama" o "Acoso textual", que tiene cuatro discos y que sus integrantes tocan teclados y computadores. O sea, no son cantantes, aunque sí hay una estrella pop. Y no son DJs, aunque sí es música para bailar.

"Entonces hemos optado por decir que vamos a hacer una obertura de siete minutos y al que le gustó bien y al que no no, porque Marciano tampoco viene a Viña a pedirse una gaviota ni una antorcha", continúa. "Nuestro propósito es un resumen conceptual de lo que hacemos. Eso puede gustar a algún público y al otro de seguro le puede cargar muchísimo".

Una duda: a nadie le va a cargar muchísimo porque son sólo siete minutos, por último. "No nos contratan como un número artístico. Es una obertura porque no somos de gusto popular", explica. Otra duda: Marciano igual es popular si en su última gira nacional metió a mil asistentes o más por show. "No somos multiventas", precisa. "No somos Luis Jara ni Myriam Hernández ni hacemos música pensando que a la gente le va a gustar".

La música que había en la casa en Concepción donde Sergio Lagos nació hace 31 años no tiene nada que ver con electrónica: su familia escuchaba Nueva Canción Chilena, y si él se siente algo musicalmente, ese algo es guitarrista. Pero al llegar a Santiago en 1992 se vinculó al tecno y el año pasado hasta incursionó como productor: trajo a Chile a músicos y DJs importados como Tiga, Slam y Felix da Housecat. "Perdimos plata. Pero está bien", dice. "Yo he perdido mucha plata en este juego. Pero ahora sabemos cómo hacerlo y seguir hacia delante".

Una duda: ¿va a poder seguir adelante o el boom electrónico no pasará de 2003? "Es que el boom es lógico que ocurra. Y tampoco nos sentimos restringidos al rollo electrónico", explica: desde el comienzo su idea fue además traer a grupos de rock. "Pero trabajar en esto es trabajar a pérdida", calcula. Una duda, eso sí: la última gira de Marciano estaba auspiciada por Canal 13, con tres menciones diarias de quince segundos de lunes a miércoles y con el logo del canal en las fiestas. ¿Ser un "rostro" de TV no le da poder para explotar bien el negocio?

"Perfecto. Eso es. Y a mí me toca hacerlo. (Salir en la tele) Sirve, pero no sirve tanto", dice. "Independientemente de que con Rodrigo estamos claros en que vamos a seguir trabajando, queremos siempre subir de nivel en nuestra puesta en escena y nuestro trabajo en equipo. Por qué aceptamos (el Festival de) Viña: porque nos interesó que el canal fuera a ver lo que hacíamos. Porque es la raja, pues. Porque te llega un presupuesto que volvemos a administrar para un nuevo disco, para armar cruces con otros artistas".

Una última duda. Lagos acaba de animar por primera vez el Festival de Olmué para Canal 13 y debuta en Viña justo cuando el apellido Vodanovic empieza a ser conjugado con el verbo jubilar. "No", dice Lagos. "Marciano no es la antesala de nada. Todos pueden permitirse especular acerca de eso. Todos menos yo".

David Ponce.
Fuente: Wikén

 

 
  Myriam Hernández
  Molotov
  Pettinellis
  Canal Magdalena
  Chancho en Piedra
  Cristian Castro
  Antonio Vodanovic
  Sergio Lagos
  Ximena Abarca
   
 
Términos y condiciones de la información © El Mercurio S.A.P.