Un estudio realizado por la auditora Deloitte reveló cómo la tecnología ha penetrado en la industria automotriz mundial en las últimas décadas, transformando a los vehículos en verdaderas supercomputadoras con ruedas, mejorando su seguridad y aumentando significativamente su costo.
En el informe se indica que en 2004 sólo el 25% de los automóviles tenían airbags y menos del 50% ofrecía asientos electrónicos. Desde aquel año, añaden, el número de componentes electrónicos en los vehículos se ha multiplicado considerablemente, en gran medida, para aumentar la seguridad de los ocupantes.
Por ejemplo, agrega el estudio, en 2004 menos del 20% de los vehículos ofrecían elementos como control de estabilidad, bolsas de aire laterales, monitores de presión de neumáticos, sensores de estacionamiento trasero y sistemas de monitoreo de punto ciego. Tres años más tarde varios de estos sistemas fueron equipados en más del 80% de las unidades comercializadas.
Pero eso no es todo, ya que en la actualidad los vehículos no sólo integran estos elementos básicos de seguridad, sino que también ofrecen control de crucero adaptativo, espejos con atenuación automática, sistemas de infoentretenimiento y sistemas de entrada pasiva.
En términos de motorización los autos nuevos también disponen de tecnología avanzada que propician un mejor consumo de combustible. En este caso se menciona la tecnología de desactivación de cilindros, el sistema de arranque y parada del motor, además de los sistemas de propulsión híbridos o eléctricos.
Si bien estos avances han implicado un salto cualitativo en la seguridad y performance de los nuevo vehículos en comparación a sus predecesores, lo cierto es que también han aumentado significativamente su costo de producción y venta.
En el año 2000, indica el informe de Deloitte, la electrónica de los vehículos representaba el 18% del costo total de la unidad. En la actualidad, agrega, esa cifra se alza a un 40% y se estima que llegará a un 45% en la próxima década.
Para ser más específicos, el informe de la auditora ejemplifica esta situación indicando que en 2013 el costo total de semiconductores usados en un vehículo promedio llegaba a los 312 dólares. En la actualidad la inversión en esos elementos alcanza los 400 dólares por automóvil y se espera que para 2022 esa cifra llegue a los 600 dólares.
No es extraño que así sea si se considera que ahora los vehículos ofrecen más sistemas de seguridad avanzados, pantallas múltiples y hasta tecnología de conducción semiautónoma, además de sistemas de propulsión más amigables con el medio ambiente.
