Los clásicos vehículos del Servicio Postal de Estados Unidos (USPS) tienen de cabeza a las autoridades de tránsito e investigadores de siniestros debido a reiterados casos de “combustión espontánea” que han afectado a centenares de unidad en los últimos años, sin que hasta ahora exista una explicación definitiva de los incendios, salvo su prolongado uso a través de los años.
Un informe de prensa elaborado por el medio Motherboard reveló que desde mayo de 2014 a la fecha al menos 407 de esos vehículos se han dañado o destruido en incendios que no se iniciaron por la participación de terceros.
El 30 de abril de 2016, un cartero de la oficina de correos de los Estados Unidos en Fall River, Massachusetts, dejó su camioneta para hacer un recorrido de 20 minutos a pie para hacer entregas. Cuando volvió el vehículo se encontraba en llamas. Al día siguiente, al otro lado del país, un cartero en Chandler, Arizona, cargó su camioneta con el correo del día. Tras recorrer 16 kilómetros el camión perdió potencia y el motor se apagó abruptamente, segundos después el vehículo estaba envuelto en llamas. Menos de 24 horas después de eso, en Newport News, Virginia, un cartero que conducía su camión de correo escuchó un fuerte estallido en el motor el que al instante comenzó a incendiarse.
El Servicio Postal de Estados Unidos opera una de las flotas de vehículos civiles más grandes del mundo, con un estimado de más de 220 mil unidades. La mayoría son modelo Grumman LLV (vehículo de larga duración) y el más nuevo es el Utilimaster FFV.
Originalmente eran denominados CRV (vehículo de ruta del transportista) y fueron construidos entre 1987 y 1994. Destacan por sus formas cuadradas y tener el volante al lado derecho para facilitar la entrega de correspondencia. Estos vehículos no tienen aire acondicionado, airbags y frenos antibloqueo. La flota de Grumman terminó su vida útil en 2017 y el proceso de reemplazo comenzó en 2015 sin que hasta ahora se concrete el cambio.
En 125 siniestros los camiones quedaron tan destrozados que los investigadores no pudieron identificar una causa probable del incendio. De los 282 restantes los investigadores pudieron identificar una causa probable estableciendo que el único patrón era que no había ningún patrón para explicar las llamas.
Los incendios ocurrieron en climas cálidos y fríos, al comienzo y al final de los turnos, en los compartimientos de la batería, tableros y bombas de combustible, y en vehículos que habían sido mantenidos recientemente y otros que estaban atrasados para un chequeo. Ocurrieron en rutas rurales y zonas urbanas de todo el país, reveló la investigación periodística.
Aunque un informe de ingeniería encontró prácticas de mantenimiento deficientes que pueden haber resultado en un aumento en la cantidad de incendios, la explicación más probable para los siniestros es que los camiones son simplemente demasiado viejos y que siguen operando pese a haber cumplido su vida útil.
En los últimos seis años, apenas pasó una semana sin que un camión de correo se incendiara en algún lugar de los Estados Unidos por lo que a juicio de expertos urgen comenzar su renovación.
