Volkswagen y Nissan se convirtieron en los últimos fabricantes automotrices no sindicalizados que operan en Estados Unidos y que han anunciado importantes aumentos en los salarios de sus trabajadores como respuesta al acuerdo alcanzado entre el sindicato United Auto Workers (UAW) con los llamados “Tres Grandes” de Detroit (Ford-GM-Stellantis).
Los alemanes informaron esta jornada que incrementarán los sueldos de sus trabajadores de la planta de ensamblaje de Chattanooga, Tennessee, en un 11%, mientras que Nissan hará lo propio en un 10% a partir del próximo año.
Ambas empresas y otros fabricantes de automóviles no sindicalizados en Estados Unidos se han visto sometidos a una presión cada vez mayor para mejorar los salarios y los beneficios tras los contratos récord logrados por el UAW a finales de octubre, después de que miles de sus miembros llevaron adelante una huelga selectiva de seis semanas.
Según publican medios especializados, los primeros en responder a esta presión fueron los fabricantes japoneses Honda y Toyota, los que aumentaron los salarios de sus trabajadores en las plantas estadounidenses luego que el poderoso sindicato UAW anunció su intención de organizar la fuerza laboral de las plantas automotrices propiedad de marcas extranjeras.
Igual ocurre con Tesla, empresa que ha mantenido silencio total antes esta situación, aún cuando disfruta de una ventaja operativa en sus beneficios respecto a otros fabricantes de automóviles.
De las marcas no sindicalizadas, Hyundai es hasta ahora la única que ha equiparado el reajuste salarial alcanzado por los trabajadores de Ford, GM y Stellantis de un 25% de sus remuneraciones en un periodo de cuatro años.