El fabricante de autos sueco Volvo dijo que redoblará sus esfuerzos para combatir el cambio climático y, en ese contexto, se comprometió a reducir en un 75% las emisiones de dióxido de carbono (CO2) de sus vehículos para el año 2030 y en comparación con los niveles establecidos en 2018.
El anuncio fue calificado como audaz y se suma a las intenciones de la marca por ser neutra en emisiones para 2040.
La primera estación de este plan medioambiental de Volvo establece que entre 2018 y 2025 se deben reducir las emisiones de CO2 en un 40%, meta que a la fecha aún está lejana, ya que al presente año solo ha logrado reducirla un 19%.
La estrategia de Volvo para lograr esta drástica reducción implica un enfoque decidido en la electrificación, con el objetivo de vender exclusivamente automóviles 100% eléctricos para después 2030.
Esto, según un comunicado de la empresa, eliminará por completo las emisiones provenientes de los tubos de escape de toda su línea de modelos.
Volvo también anunció su adhesión a la Coalición de Primeros Movimientos (FMC) del Foro Económico Mundial, subrayando su compromiso con tecnologías limpias emergentes.