El Audi RS Q e-tron pasó a la historia como el primer auto electrificado (híbrido) con el que la marca alemana corrió y completó una edición de Rally Dakar, terminando además en la novena posición en 2022. Pese a ello, se conoció que una sección importante de ese vehículo apareció en un vertedero ilegal en República Checa.
Según publica el sitio motorpasion.com, el insólito hallazgo se produjo en diciembre pasado en el antiguo aserradero de Techanov, dentro del Parque Natural de Sovinecko, donde fueron depositadas más de 210 toneladas de residuos ilegales procedentes de Alemania.
Según informó el medio checo "Seznam Zpravy", la alcaldesa de Jiríkov, Barbara Šišková, confirmó que entre los desechos se encontraban piezas de un auto especial de competencia, los que tras ser analizados se determinó que pertenecían a un Audi RS Q e-tron que corrió en el Dakar 2022. Es más, agrega el reporte, se estableció que era del Audi híbrido que fue conducido por Mattias Ekström y Emil Bergkvist, que finalizó en novena posición ese año.
"El desarrollo de este vehículo debió costar millones de euros", añadió la edil al referirse al inusual hallazgo.
Las investigaciones apuntan además a que los residuos fueron transportados por la empresa alemana Roth International y gestionados en República Checa por la compañía local Piroplastik.
La Inspección Medioambiental Checa determinó además que Piroplastik infringió la Ley de Residuos y podría enfrentarse a una multa de hasta un millón de euros. Además, el ministro de Medioambiente checo, Petr Hladík, indicó que el caso podría estar vinculado al crimen organizado, por lo que se encuentra bajo investigación policial.
Audi, por su parte, habría contratado a Roth International para deshacerse del vehículo y no está implicada en la disposición ilegal de los restos.
No obstante, conocida la noticia los fanáticos de la marca criticaron la decisión de descartar un prototipo como este, ya que no solo corrió para la marca en el Dakar alcanzando una buena posición, sino que además juega un papel crucial en la historia del automovilismo electrificado, por lo que debió considerarse como una piezas de colección o patrimonio histórico del deporte motor.