El Aston Martin Bulldog es un prototipo de automóvil que fue producido por Aston Martin en 1979. Se presentó oficialmente el 27 de marzo de 1980 en el Hotel Bell en Aston Clinton. En un principio, su producción se había limitado a 25 unidades, aunque finalmente, tras cancelarse el proyecto, solo se llegó a fabricar uno. El prototipo podía superar los 322 km/h gracias a un motor V8 de 5.3 litros.
El Nissan MID4 de 1985 era un prototipo de un deportivo con motor central y tracción total. Fue presentado en el Salón del Automóvil de Frankfurt de 1985 y si bien no llegó a la línea de producción es considerado como una plataforma de pruebas para diversas tecnologías que luego se utilizaron en otros modelos de Nissan, como el Skyline GT-R. Este ejemplar montaba un motor V6 de 3.0 litros y se fabricaron dos versiones, el MID4 I y el MID4 II.
Este es quizás el ejemplo más conocido de un prototipo "demasiado potente". Equipado con un motor V12 de 7,7 litros, que desarrollaba cerca de 1000 hp, según su constructor, era un auto brutalmente rápido y ligero. La historia cuenta que el entonces propietario de TVR, Peter Wheeler, condujo un prototipo a casa durante una noche y decidió que era simplemente demasiado indomable y peligroso como para ser vendido al público general, ya que era "ingobernable". Se fabricaron solo unos pocos ejemplares modificados para carreras y se usaron algunos de sus componentes en otros modelos, pero el proyecto del auto como tal fue cancelado por su ferocidad.
Presentado como el "sucesor espiritual del GT40" y "el auto más potente del mundo" en su momento, este vehículo conceptual ostentaba un motor V12 de 6.0 litros con cuatro turbocompresores que se estimaba producían 720 hp y una velocidad máxima teórica de más de 400 km/h, registro que se lograba gracias al uso de materiales avanzados como fibra de carbono y aluminio en panal de abeja. Este ejemplar no llegó a la producción en masa debido a la complejidad de su motor quad-turbo V12, los costos de desarrollo y producción de un vehículo con tales especificaciones y materiales exóticos eran astronómicos.
Se trata de un prototipo de un superdeportivo desarrollado por Daimler-Chrysler y producido bajo la marca Chrysler en 2004. Fue diseñado por Brian Nielander (exterior) y Mark Walters (el interior). El nombre tiene su origen en la disposición del motor (según sus siglas en inglés) sus cuatro turbos y sus doce cilindros. Pese a que existían planes para que llegara a producción esto no fue posible debido a los problemas que por esa fecha tenía la sociedad Daimler-Chrysler y dar luz verde a un superdeportivo de 500.000 dólares era una apuesta demasiado arriesgada.
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