Paulo Díaz, Alexis Sánchez y Alexander Aravena.
Agencias/Emol
Alexis Sánchez fue la gran figura en el triunfo de Chile sobre Paraguay. El delantero del Olympique de Marsella entró tras el descanso, cuando la "Roja" estaba 1-2 abajo. Le cambió la cara al equipo y se hizo presente en la red para dar vuelta el marcador.
El tocopillano habló tras el encuentro. Entregó sus sensaciones.
"Contento, quiero seguir jugando mientras esté en forma y rompiendo récords. A los jugadores les entrego una confianza, que ellos se motiven", dijo.
También explicó por qué no estuvo desde el arranque: "Tuve un problema con el pie, no podía pegarle. Pero una pastilla para el dolor y le pegué con el corazón".
Sánchez, además, envió un potente mensaje al grupo. En algún momento, el duelo contra los guaraníes fue más hablado que jugado.
"Hay que estar más concentrados, no tanto discutir, las peleas. Cuando Chile se mete en eso, nos desordenamos", lanzó.
En ese sentido, le dio un "tirón de orejas" a Paulo Díaz. El defensor fue expulsado a los 80' por darle un manotazo a Ramón Sosa. En ese momento, Chile buscaba con todo el gol del triunfo.
"Hay que aprender los errores. En el caso de Paulo es un gran jugador, pero tiene que seguir mejorando, como todos los demás", afirmó.
Al que elogió fue a Alexander Aravena. El delantero de la UC ingresó en el segundo lapso por el lesionado Ben Brereton y lo hizo muy bien.
"Entró muy bien, con personalidad", declaró el ex Arsenal y Barcelona.
Antes del partido con Paraguay, Sánchez concedió una entrevista y aseguró que la "Generación Dorada" ya se había terminado, que había que guardarla en el baúl de los recuerdos. Esta noche reafirmó sus dichos.
"Hay que guardar la llave. Es un nuevo período. Yo cambié hasta el número. Con el 7 rompí todos los récords y comienzo la nueva era con la 10. Mi debut fue con la número 10 y quiero terminar con la 10", manifestó.
