La Comisión Económica para América Latina (Cepal) presentó sus proyecciones económicas respecto al comportamiento de la economía de la región este 2022 y lo que espera el próximo año, destacando "un contexto de incertidumbres externas y restrcciones internas".
"Los países de América Latina y el Caribe crecerán un 3,7% en 2022, poco más de la mitad de la tasa del 6,7% registrada en 2021", señaló la entidad con sede en Santiago de Chile en su informe anual del Balance Preliminar de las Economías de América Latina y el Caribe 2022.
Mientras que para el
2023 se estima que
"se profundice la desaceleración del crecimiento económico y se alcance una tasa del 1,3%".
¿Y Chile? Las cifras no arrojaron resultados positivos para el país, e incluso espera que sea el país con el peor rendimiento económico. Las proyecciones apuntan a un crecimiento del PIB para el 2022 del 2,3% mientras que para el 2023 se proyecta una baja del -1,1%.
Solo hay otro país que vería una caída de su PIB el próximo año, pero en menor grado que Chile. Se trata de Haití, que registraría una contracción económica de 0,7%, según proyecta la Cepal.
Proyecciones en la región
Según el documento, la actividad económica de la región se ha desacelerado, reflejando, por una parte, el agotamiento del efecto rebote en la recuperación de 2021 y, por otra, los efectos de las políticas monetarias restrictivas, mayores limitaciones del gasto fiscal, menores niveles de consumo e inversión y el deterioro del contexto externo.
En esa línea, el país con proyecciones más positivas es Venezuela. Específicamente se prevé un crecimiento de 12% para el 2022 y de 5% para el 2023.
Por otro lado, para Argentina se prevé un crecimiento de 4,9% para el 2022 y de 1% para el 2023. Siguiendo la misma lógica, para Bolivia se pronostica un aumento de 3,5% y 2,9%, para este y el próximo año respectivamente.
Del mismo modo, se estima que Colombia crecerá este año un 8% mientras que el 2023 un 1,5%. Asimismo, Ecuador con un 2,7% para el 2022 y para el próximo año 2%.
Por otro lado, Paraguay finalizará el año con cifras negativas, se proyecta una caída del 0,3% en el PIB, situación que espera repuntar durante el 2023 con un crecimiento de 4,0%.
Perú, para este año se proyecta un crecimiento de 2,7% y para el 2023 de 2,2%. Mientras que Uruguay estima un crecimiento de 5,4% y 2,9% para el 2022 y 2023, respectivamente.
Análisis de las proyecciones de Chile
El secretario ejecutivo de la Cepal, José Manuel Salazar, aclaró que "no hay nada en común entre Chile con Haití. Son situaciones muy distintas".
Por su parte, explicó que "Haití no ha logrado construir un Estado que haga buenas políticas públicas (…) como resultado de toda la incapacidad, es un país que tiene explosiones sociales y políticas muy dolorosas".
Mientras que en Chile existe otra realidad. Según el vocero de la Cepal "hay elementos muy específicos de la realidad chilena que proyectan un crecimiento negativo".
En esa línea, sostuvo que “el consumo privado va a presentar caídas debido a un mercado laboral que ha pedido fuerza. También están los efectos en la liquidez producto de los retiro de fondos pensiones y las entregas del Gobierno. Además de condiciones financieras mas restrictivas para todo tipo de créditos y todo esto sumado a la inflación”.
Según Salazar, "todo esto va a desalentar el consumo privado".
Asimismo, precisó que "la inversión presentará caídas. Ha habido un nivel de incertidumbre por una serie de reformas económicas y políticas, en torno a proceso constitucional. Sin embargo, hace dos días hubo excelentes noticias, por lo tanto uno esperaría que reduzcan las incertidumbres políticas. Por este elemento, se podría favorecer a la inversión privada y talvéz terminar con mejores resultados".
Adicionalmente, indicó que otro factor tiene que ver con las relaciones externas. "El socio comercial mas importante de Chile es China, y China esta solo con un crecimiento de 3,3 y eso es otro impacto negativo".
Finalmente, detalló que "en Chile vamos a ver qué resulta de reforma tributaria, eso también es muy importante. 1 o 2 puntos del PIB pareciera poco, pero es muchísimo. Son millones de dólares que puestos a buen uso pueden mover las agujas de la informalidad, de la pobreza, de la salud".
