El ministro (s) de Medio Ambiente, Maximiliano Proaño, explicó esta mañana las razones del Ejecutivo para apelar al fallo del Primer Tribunal Ambiental que determinó que el Comité de Ministros cumplió solo parcialmente lo que la institución había ordenado y criticó el uso del concepto "permisología", calificándolo de "termino de fantasía".
Sobre lo primero, la autoridad aseguró que la "resolución señala que se debe dejar sin efecto la parte sustancial de la decisión del Comité de Ministros y consideramos que esto no es una mera rectificación, sino que implica modificar la decisión del Comité de Ministros que sesionó el 8 de enero de este año".
En esa línea, agregó que el recurso que presentarán ante la justicia se fundamenta en el hecho de que "la sesión del Comité de Ministros del 23 de diciembre del año 2024, como la del 8 de enero del presente año, dieron cumplimiento al fallo de diciembre del Primer Tribunal Ambiental".
"El Comité de Ministros sesionó, revisó su composición y tomó una decisión respecto del proyecto Dominga apegado a la ley y a la sentencia del propio Tribunal Ambiental", dijo.
Destacó, asimismo, que la resolución del Tribunal no determina que el Comité de Ministros tenga que volver a sesionar, sino que pide "modificar la parte sustantiva de la resolución del Comité de Ministros".
"A su vez -añadió- ordena a la secretaría técnica del Comité de Ministros a modificar y a pronunciarse sobre los aspectos que ordena a su vez este Tribunal anular y modificar de la resolución del Comité de Ministros. Para nosotros este es un aspecto especialmente complejo ya que consideramos que la secretaria técnica del Comité de Ministros no tiene estas atribuciones para pronunciarse sobre el fondo, sino que es el Comité de Ministros el que cuenta con estas atribuciones determinadas por nuestro ordenamiento jurídico y nuestra institucionalidad ambiental".
Crítica a la "permisología"
Proaño también se refirió al uso del concepto "permisología", que ha abundado en el debate sobre el proyecto minero portuario Dominga.
"Se ha señalado por distintos medios como un símbolo de la mal llamada permisología. Primero, es preciso señalar que el concepto permisología es un término de fantasía que aborda de manera peyorativa la existencia de regulación para el desarrollo de proyectos de inversión; las regulaciones clave para establecer las condiciones de cómo queremos desarrollarnos como país y para dar certezas tanto a inversionistas como a las comunidades", indicó.
"Los buenos proyectos -añadió-, que cumplen con los estándares que indica la ley y que tienen, por ejemplo, un correcto diseño de línea de base, fluyen adecuadamente en su evaluación. Los datos no mienten; quiero destacar que el SEA aprueba el 95% de los proyectos que se someten a su tramitación".
